Natural de Madrid
Nacida el 26/04/1996
Club: Alcampo Scorpio 71
Entrenador: Franco Ricca Alcaire
Categoría: Sénior
Especialidad: Pruebas combinadas
Síguela en Instagram: @anddreamb
Síguela en Twitter: @AndreaMedinaBer
Se ha bajado el telón de la pista cubierta. Tú lo has hecho con una medalla nacional al cuello. ¿Satisfecha, feliz?
Puede sonar raro lo que voy a decir, pero no estoy satisfecha con el resultado final, pero sí me alegra que haya acabado así.
Antes de todo, quiero agradecer a mi entrenador, Franco Ricca Alcaire, todo el apoyo y la confianza depositada en mí durante los dos años que llevamos como atleta-entrenador. Ha sido la persona que me ha empujado a sacar mi mejor versión; ha hecho que confíe en mí misma más que nunca y me ha enseñado a valorarme y a ver que puedo volver a hacer marca personal y subir a un podio absoluto.
Se les da muy poca visibilidad a los entrenadores ... y yo, sin él, no estaría donde estoy ni habría conseguido nada de lo que he conseguido estos últimos dos años.
¿Esperabas más, deseabas estar algún escalón más arriba en el podio?
De verdad, esperaba mucho más. Empecé con marca personal en diciembre y mis entrenamientos presagiaban que esa marca la iba a poder batir perfectamente en los meses siguientes, pero el último mes fue duro física y psicológicamente.
Cogí el Covid a dos semanas del Campeonato de España. Aunque me intenté auto convencer de que no pasaba nada, sí pasó. Una semana de cuarentena, diferentes molestias físicas y una incertidumbre de cómo iba a responder mi cuerpo supusieron que ya lo único que quería era poder descansar y recuperarme.
Vuestra competición se desarrolló en unas seis horas para cinco pruebas de muy alto nivel. ¿Cómo se vive eso, cómo se gestiona una competición tan exigente?
Intento pensar poco, tener mente fría (aunque no siempre lo consigo) y dejar que todos los entrenamientos fluyan.
Con el paso de los años acabas conociendo cómo reacciona tu cuerpo ante diferentes situaciones en una combinada (hambre, cansancio, activación, desactivación, alegría, tristeza…) e identificando qué es lo que siento. En función de ello, reacciono de una manera o de otra.
¿Qué os pareció a las protagonistas tener que disputar toda la competición en la jornada del viernes?
Creo que aquí voy a hablar tanto por el pentathlón como por el heptathlón. No nos merecemos quedarnos con el estadio completamente vacío después de todo lo que pasamos en pista ni que corten una retransmisión en Teledeporte en la última prueba. Dudo (no esto 100%) que hagan eso con una final de 60, 400, 800, 1500, etc. Pero vamos, ni nosotros ni cualquier disciplina del atletismo lo merece, pero da la casualidad, o no, de que siempre son las pruebas combinadas las "merecedoras".
Aunque vosotras entrenáis todas las pruebas que forman parte de las combinadas, ¿hacéis sesiones específicas, aparte de la competición, para acostumbrar al cuerpo a esa exigencia física y mental?
Mi entrenamiento físico y mental lo complemento con mi trabajo. Paso muchísimo tiempo de pie a lo largo del día y me sirve también para evadirme del atletismo. Para mí, el tiempo es oro y a todo le dedico el tiempo justo y necesario para poder realizar todo lo que quiero.
Supongo que ahora toca un breve respiro y a pensar en el verano, pero no en la playa, ¿no? Con qué objetivos afrontarás los próximos meses?
Tengo claro que quiero hacer marca personal en todas y cada una de las pruebas del heptathlón, éste incluido. Partiendo de eso, que venga lo que tenga que venir.
¿Es factible, hoy en día, para una combinera española, pensar en el oro, dejando a María Vicente a un lado?
Risas. María es mucha María y tengo la suerte de conocerla tanto dentro como fuera de las pistas. Es una persona dura de batir, pero, personalmente, he aprendido a no ponerme por debajo de nadie y eso ha sido lo que me ha llevado a subir de nuevo hasta mi mejor nivel. Con esto quiero decir que es difícil, pero no imposible.
¿Podemos afirmar que las pruebas combinadas en España están mejor que nunca?
Sin duda, lo están. Va a sonar de mayor, pero, de verdad, con los tiempos que corren, entrenar pruebas combinadas y sacar buenos resultados no está al alcance de muchos.
¿A qué podemos o debemos “echar la culpa”?
A los entrenadores, tanto de dentro como de fuera del sector de pruebas combinadas. Aquí voy a tirar para casa. Si vemos el ranking de esta pista cubierta o los resultados del Campeonato de España, del 3º al 7º y el 9º puesto son de combinaras madrileñas con cuatro entrenadores diferentes.
Siguen llegando atletas jóvenes que os ayudan a mejorar y que contribuyen a aumentar el nivel. ¿Ayuda esa circunstancia a seguir luchando, a seguir trabajando duro por mejorar año tras año?
Siempre ayuda que haya personas que te aprietan para querer mejorar y seguir subiendo, aunque personalmente yo la lucha que tengo ya es conmigo misma. Pocas veces me fijo en mi alrededor, a no ser que me esté jugando una medalla, que entonces ahí ya sí que hago mis cálculos con respecto a otras (risas). Cuando lea esto mi entrenador me reñirá seguro.
Ellas seguro que os tienen a varias de vosotras como modelo a seguir. ¿Qué o quién tuvieron la “culpa” de que tú quisieras ser combinera?
A mí, eso de solo correr no me gustaba, así que un día hice unas combinadas y gané. Entonces dije "pues vamos a probar". Era cadete, los entrenamientos eran más divertidos, no me centraba solo en una prueba y podía disfrutar del atletismo en su totalidad. Y cuando disfrutas haciendo algo …
Desde cadete a categoría absoluta, has sido campeona de España en todas las categorías. Vaya tela, ¿no?
¡Ya te digo! Ahora lo veo y aprendo a valorarme más. De verdad, es necesario valorarse a uno mismo.
Sin dudarlo, ha sido una época preciosa y estoy orgullosa de todas y cada una de mis decisiones a lo largo de todo este tiempo. He tenido que marcarme unas prioridades y he dejado muchos otros momentos de lado, pero han merecido muchísimo la pena y volvería a elegir esta vida una y otra vez.
Soy muy exigente conmigo misma y creo que toda la trayectoria lo demuestra.
Este deporte, al igual que otros, te puede mostrar sus dos caras y tienes que saber gestionar también la cara amarga. Mi carrera hasta ahora ha sido P R E C I O S A en muchos sentidos. He conseguido récords de España, he sido internacional de manera consecutiva, he sido Campeona de España, como has mencionado antes, en todas las categorías pero ¿sabes lo que más me llena de orgullo? Haber conseguido ver la cara más amarga del atletismo y “abrazarla” para decir . "de ésta salgo mejor".
En enero de 2018 tuviste un percance que te alejó de las pistas unos meses, que te hizo soltar más de una lágrima. ¿Nos contarías qué te pasó y cómo sucedió?
Me rompí el tendón de Aquiles representando a la Selección Española en un Encuentro Internacional en Madrid, en mi casa. Hablar de cómo sucedió antes me producía tristeza, ahora un poco de enfado, pero solo porque sé que si por aquel entonces hubiese sabido decirme a mi misma no, todo esto ahora mismo no estaría pasando. Nuestro cuerpo no es una máquina, hay que escucharlo, pero escucharlo de verdad. Nos avisa de manera repetitiva que está mal, y no hay que hacerlo callar a la fuerza, hay que ayudarlo a que esté bien. Si tú no lo haces, difícilmente lo harán bien por ti. Espero poder explicar de esta manera indirecta por qué sucedió.
Aquello pudo acabar mal, pero no lo hizo. ¿Llegaste a pensarlo? ¿Se te pasó por la cabeza que, tal vez, no competirías jamás?
Lo peor no es cuando pasa, lo peor es cuando vuelves y de qué manera vuelves.
Tenía 10kg de más, un pie que tenía que, literalmente, aprender de nuevo a andar… ¿Cómo iba a pasar una valla? ¿Cómo iba a correr rápido si no me respondía? ¿Cómo iba a perder ese peso que había ganado para intentar calmar mi mente? Llegué a pensar que no me volvería a subir a un podium, que no haría buenas marcas y que no iba a disfrutar del atletismo de nuevo jamás.
En aquellos momentos, de nubes, de incertidumbre, ¿sentiste el apoyo necesario para darte cuenta de que merecía la pena el sufrimiento, el esfuerzo por lograr una buena recuperación?
Hacer frente a una lesión de este calibre no es fácil, ni para uno mismo ni para los que te rodean. Mi familia sufrió mucho, porque me vieron sufrir a mí, aunque yo intentaba esconderlo para evitar eso. Tenía un grupo de entrenamiento INCREÍBLE y un entrenador a los que estaré siempre agradecida porque parte de quién soy ahora es por todos ellos. Mi fisio, Manolo, era la persona en la que más confiaba y uno de los que más confiaba en mí. Mis compañeros de la Blume me hacían el día a día más ameno… Al fin y al cabo, estaba en una residencia de atletas y me sentía la menos atleta.
¿Puedes afirmar que tu club y federaciones (madrileña y española) estuvieron donde debían cuando fue necesario?
Sin duda. La Federación Española me volvió a dar la beca en en CAR de Madrid al año siguiente, lo que suponía poder acceder a los servicios médicos. Además, me concedieron la beca al año siguiente en el CAR de Barcelona, cuando decidí cambiar mi vida para poder volver a crecer en el atletismo.
¿Qué fue lo más difícil de aquellos meses para ti?
Ver que todo el mundo avanza y que tú, literalmente, no puedes. Y que, además, has retrocedido lo inimaginable porque tienes que volver a “aprender” a correr. Hay muchas cosas de las que no tenía el control, no podía pelear un puesto, una medalla, un récord…
Volví y perdí la confianza en mí misma, los entrenamientos se me hacían muy duros y llegó un momento en el que quería dejar el atletismo y se me vino el mundo encima. ¿Quién es Andrea Medina sin el atletismo?
Por eso decidí cambiarme de ciudad y de grupo de entrenamiento, aun amando parte de lo que tenía aquí, porque en el fondo yo quería seguir luchando por mis sueños.
Desde aquí agradezco de todo corazón a los entrenadores y grupos de entrenamientos todo su apoyo, ya que son parte del proceso de mi recuperación física y mental.
Igual es una tontería la pregunta … ¿Recuerdas cuál fue tu primera competición tras la lesión?
La tengo grabada a fuego en mi cabeza. Fue en una Liga de Madrid al Aire Libre en Alcorcón. Hice lanzamiento de peso y lancé de frente.
¿Cuáles eran tus sentimientos en los momentos previos a ponerte el dorsal y a oír el primer disparo de salida?
Me entraban ganas de llorar. Por una parte, de alegría. Por otra, estaba cagada de miedo (perdón por la expresión). Pisar Gallur otra vez al principio fue un shock, pero no me duró mucho, salí a comerme la pista.
Tus competiciones están formadas por cinco pruebas en invierno (pentathlón) y siete en verano (heptathlón), por lo que requiere de mucho tiempo y esfuerzo para poder entrenarlas bien. Tú trabajas cinco días a la semana a razón de 6/8 horas diarias en Decathlon. ¿Te resulta fácil sacar los entrenamientos adelante en condiciones?
Me costó adaptarme mucho. Como he dicho antes, con los tiempos que corren… Puede haber controversias de todo tipo, pero yo doy mi experiencia y mi punto de vista.
Acabé mis estudios en 2019 e intente tener un año “sabático” y dedicarme a entrenar solo pero… no puedo. El atletismo no me proporcionaba ni me proporciona una estabilidad económica que me permita crear unos planes de futuro. Durante y después de la pandemia me di cuenta de que está bien luchar por tus sueños, pero es que la vida también es uno y hay que cuidarlo mucho y bien y no puedo ni debo depender de mis padres tanto tiempo.
Una vez acepté esa situación, ahora mi vida va rodada. Intento no pensar que estoy cansada porque me encanta mi trabajo y el atletismo. Obviamente adapto los volúmenes de entrenamientos a mi jornada laboral.
¿Crees que las instituciones deberían o podrían hacer más para intentar que atletas de tu nivel pudieran tener más ayudas y evitar situaciones como la tuya, que es muy común en nuestro atletismo?
Es un tema muy complicado porque, quién sí y quién no y por qué y en qué se va a invertir. Si entrenas en un Centro de Alto Rendimiento, donde he vivido muchos años, tienes todo: servicios médicos, alimentación, material… pero ¿y si no?
A día de hoy sigo haciendo atletismo porque trabajo. La pregunta es ¿quién puede vivir actualmente del atletismo? Y vivir me refiero a tener un hogar que puedas pagar, coche (en caso que lo necesites para desplazarte), gasolina y seguro del coche, comida, facturas, fisio, viajes a competiciones, zapatillas de clavos (yo uso 7) ...
Creo que ese privilegio es solo para unos pocos.
A mí que me pongan lo que quieran, voy a entrenar igual. ¿Que tengo que hacer pértiga? Pues aprendo. ¿Que hay que correr un 1500 en vez de un 800? Pues ale, al lío. Me adapto a lo que venga.
Sobre las pruebas incluídas en cada una de las combinadas, ¿crees que se debería incluir/suprimir algunas? ¿Cuáles)
Lo relacionaría con la pregunta anterior. Si hay que hacer algo, que sea poner Decathlon a las chicas. Sacaría tiempo de debajo de las piedras para entrenarlo, pero, bueno, lo sacaría.
Los atletas de combinadas pasáis mucho tiempo juntos en competición. Siempre da la sensación de que estáis muy unidos, de que hay buen rollo. ¿Es eso realmente así?
Lo es y se va forjando con el paso de los años. Aunque en plena competición puede que no se vea así, en momentos más “relajados”, o incluso fuera de las pistas, somos como una “familia”.
Tú eres una atleta muy amigable, muy jovial, respetada en las combinadas y en el atletismo en general. ¿Es fácil tener una actitud desenfadada y alegre en mitad de la competición?
Depende. En las combinadas es muy fácil tener altibajos. Es algo que muchas veces no puedes controlar y en muchas ocasiones he llorado en pista, me he enfadado o no he querido hablar con nadie. Soy una persona bastante expresiva y se me nota realmente cómo me siento en cada momento y no tengo reparo en mostrarlo porque creo que, en realidad, el atletismo y en muchas ocasiones, las combinadas, son así. Eso sí, se me suele pasar pronto.
Hace unos años, WangConnection puso de moda el hashtag #quierosercombinero. Si estuvieras ante una clase de colegio o instituto llena de chavales, ¿cómo les animarías a “hacerse” combineros?
Las pruebas combinadas son todo lo contrario a monotonía y creo que es la mejor manera de disfrutar el atletismo en su totalidad. ¿Quién no se siente bien pudiendo hacer todo? La mejor manera de enseñar es jugando: correr, saltar, lanzar…
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