jueves, 20 de agosto de 2015

Ramiro Morán Vicente


Ramiro Morán Vicente
Natural de Zamora
Nacido el 17/05/1969
Especialidad: 3.000 metros obstáculos
Último entrenador: Eladio Barredo

Mejores Marcas Personales

3.000 metros obstáculos: 8.17.49 (Rieti 1998)
Media Maratón: 1h03.55 (Torremolinos 2002)

Historial Nacional

Campeón de España de Media Maratón.- Torremolinos 2002
Campeón de España absoluto de 3.000 metros obstáculos.- 1998
Campeón de España absoluto de 3.000 metros obstáculos.- 1997
Campeón de España promesa de 3.000 metros obstáculos.- 1990
Campeón de España promesa de 3.000 metros obstáculos.- 1989
Campeón de España júnior de 2.000 metros obstáculos.- 1987

Historial Internacional

77º en el Campeonato del mundo de media maratón.- Bruselas 2002
6º en 3.000 metros obstáculos en el Campeonato de Europa al aire libre.- Budapest 1998
8º en semifinal de 3.000 metros obstáculos en el Campeonato del mundo al aire libre.- Atenas 1997
6º en la Copa de Europa de 3.000 metros obstáculos.- Múnich 1997
8º en 3.000 metros obstáculos en los Juegos del Mediterráneo.- Narbonne 1993



Cada vez parece más difícil enganchar a los jóvenes para practicar atletismo. ¿Cómo llegaste tú a este mundillo?
Quizás a la edad de iniciarme en el atletismo, que fue al entrar en el instituto para cursar 1º de B.U.P con trece años,  llegaba algo preparado. Crecí en un barrio de Zamora, “La Alberca”, en el seno de una familia que ahora podríamos llamar granjera, es decir, teníamos huerta y animales domésticos, por lo que era fácil ejercitarnos en los trabajos manuales. Para las chicas y chicos de mi edad nuestro medio de jugar era la calle y los juegos preferidos eran los de correr, saltar y  lanzar. Incluso jugábamos a tirarnos piedras: había que tener puntería, correr rápido para esconderse y saltar algún barranco. En el colegio, en 7º y 8º, teníamos un profesor, Don Jesús Chapado, que salía a correr con nosotros por los alrededores del colegio en la hora de gimnasia. 
Cuando llegué al instituto se hacían pruebas en las clases de Educación Física para participar en juegos escolares. Allí empecé a estar en el grupo de los que más corrían, aunque yo no era de los más rápidos, pero al final sí que fui de los más constantes. Con los profesores Don Ángel Torres, Don Joaquín Merlo y Don Vicente Alonso empecé a entrenar en las horas de gimnasia y, cuando acababan las clases en verano, me entrenaba con el grupo que había en Zamora. En esos momentos el grupo era entrenado por Salvador Segurado. También hacía alguna carrera popular y ahí conocí a otro grupo de fondistas, como Aníbal Rapado, Teodoro de las Heras, Miguel Lucas, Carlos del Bien, Fernando Marbán. Seguro que me olvido de muchos velocistas, Fernando, José,  Jesús y chicas como Ana, Laura Bartolomé, Inma…, un gran grupo.

Disputando el añorado Mitin Núñez Blanca de Granada
¿Tenías algún atleta como referente cuando comenzabas a practicar?
Mi referente en mis inicios no pasaba de Zamora y entonces, quien ganaba todas las carreras, era Aníbal Rapado Barbero. Recuerdo muy bien cuando le gané en una carrera popular por el centro de la capital. También en alguna carrera puntual, como el Cross de Reyes, se acercaban a Zamora atletas de Salamanca con el chándal de la selección. Recuerdo a Rosa Colorado y  Teresa Recio, Honorato Hernández, Francisco Rodríguez “el Olímpico”, Lucio Rodríguez…
En las etapas de juvenil en adelante no es que tuviera un atleta en concreto, pero sí que todos eran referentes. En los años 80 tenía mucho reconocimiento el atletismo. Es imposible nombrar a todos los fondistas y mediofondistas, que eran en los que más me fijaba, pero del cross recuerdo a Antonio Prieto y toda su generación. Recuerdo que vi en el periódico El País una fotografía de Constantino Esparcia, que ganó a los etíopes en Lasarte. Otros detalles  que recuerdo eran las retransmisiones en la radio de los intentos de Abascal de batir el record de España de 1.500 después de las concentraciones en altura; y las carreras de José Luis González con los británicos Ovett, Coe, Cram. En ese aspecto teníamos suerte de la difusión del Atletismo en los medios. También recuerdo ver en la televisión del bar de mi barrio las jornadas del domingo enteras de cross, incluso con carreras de categoría junior. También me llegaban lógicamente noticias de leyendas y mitos del campo a través como Mariano Haro, Carmen Valero, de unos júniors que habían ganado un campeonato del mundo de cross, creo que eran Jordi García y Pere Casacuberta. Todo esto lo oía entre los mayores del grupo. Y sí recuerdo que en algo les intentaba imitar: una vez escuché que Mariano Haro entrenaba por tierras recién aradas en invierno, que no se si sería cierto, pero yo lo hacía, pues parecía razonable que correr atollándote en las tierras haría que trabajara la fuerza de forma natural  y luego correrías más cuando llevaras los pies más ligeros. Otra vez escuché que Carlos Lopes entrenaba en prados con las hierbas altas y recuerdo que también lo hice alguna vez, ya que era como  hacer técnica de carrera de forma natural porque te obligaba a elevar mucho las rodillas…En poco tiempo, ya de junior, coincidí en alguna concentración nacional de fondo con atletas que estaba acostumbrado a ver en la tele o los periódicos y, claro, nos fijábamos en todo. Para mí han sido referente incluso los atletas  de mi edad, tenía muchas ganas de aprender. Fíjate adonde han llegado mis contemporáneos, por nombrarte sólo tres: Fermín Cacho, Isaac Viciosa , Jesús Ángel García Bragado…

¿Qué pruebas practicaste en tus inicios?
En juegos escolares competía en campo a través en invierno y 3000m. en pista, también en alguna carrera popular.

¿Qué motivaciones os movía a la hora de ir a entrenar y de participar en las distintas competiciones?
Los pocos conocimientos y referencias que yo tenía en los inicios, en relación al deporte, todos eran buenos. Por lo tanto, estar en un ambiente deportivo para mí ya era más que suficiente motivación. El cambio del colegio al instituto fue grande y el atletismo me permitió relacionarme con compañeros en un ambiente muy positivo. El que contaran conmigo para el equipo de los juegos escolares  era muy gratificante. Al quedar cada día  y reunirte con el grupo de amigas y amigos que  teníamos la misma afición era lo que más nos movía.  A estas edades de bachillerato  las relaciones personales, los amigos,  son lo más importante  que los jóvenes tenemos entre manos y yo tuve mucha suerte de “caer” en un grupo deportivo.

¿Cuándo comenzaste a darte cuenta de que “eras de los buenos”?
En principio, cuando realizaba entrenamientos, o, mejor dicho, cuando  seguía a los mayores en entrenamientos que a ellos les había costado muchos años llegar a esos ritmos, y yo iba allí pegado. Eran muy buena gente, siempre recibí ánimos  y halagos.

Liderar un cross con Alejandro Gómez es señal de que estás entre los buenos, sin duda...
¿Qué atletas eran tus habituales compañeros de fatigas y de pódiums?
Por Zamora, Aníbal Rapado, Miguel Lucas, Moro, Barbero, Carlos del Bien. De júnior ya empecé a venir por Salamanca, donde teníamos un gran equipo de cross  con David López, Jesús Muriel, Francisco Palomero, José Lino. También en pista teníamos un equipazo, conseguimos ser campeones de España júniors por equipos en pista en 1987.  En este tiempo, incluso un poco antes, ya había acudido a campeonatos autonómicos y por Castilla siempre había buenos fondistas de nuestra generación. Desde edad escolar estuve compartiendo carreras con Fermín Cacho, Juan Manuel Abad, Isaac Viciosa, Teodoro Cuñado, Víctor López Pastor, Noé Álvarez, Mariano Castro, Gabriel Garín … y así hasta llegar a sénior,  cuando se ampliaba el grupo a Francisco Guerra, Abel Antón, José Manuel García, Juan Antonio Espino, seguro que me olvido de alguien, pero todos eran unas máquinas y un referente para nosotros.

Yo aún recuerdo la primera vez que pisé el tartán, me emocionó mucho y me llamó la atención esa superficie tan blandita. ¿Tienes algún recuerdo especial de aquella primera vez para ti?
La primera pista de “verdad” fue la de Vallehermoso, en Madrid,  con motivo de unos juegos escolares de pista. Corrí 3000ml de juvenil. Pasé a la final y fue todo un éxito para mí y para el profe, al que vi realmente contento.  Me pareció todo enorme: el estadio, la pista, las sensaciones. ¡Casi ni sabíamos correr con clavos! Yo creo que estrenamos las dos cosas a la vez, pista y clavos. La pista de Zamora no era de tartán  y seguro que varios tropezones me di.

¿Era fácil para vosotros poder acceder a una pista para poder entrenar o dónde solíais hacerlo habitualmente?
Recuerdo muy bien que  la pista de Zamora era una instalación de la Universidad Laboral. Supongo que tendrían acordado algún horario con el instituto o la escuela de atletismo en la que estábamos. Alguna regañina nos llevamos por parte del cuidador de la pista por extendernos en el horario o por colarnos a entrenar. Teníamos ansia de entrenar. Después, en la etapa júnior, pues venía a Salamanca, en cuyas pistas del Botánico había un ambiente impresionante de Atletismo. Yo entrenaba con el grupo de Honorato Hernández y lo que recuerdo son los grupos de velocistas, saltadores, muchos atletas y muy buenos.
En un campeonato de Europa de media maratón por clubes

Cuando comienzas a rondar los primeros puestos entre los mejores atletas del país, ¿qué ronda por tu cabeza?
Es una sensación muy buena quedar entre los primeros. Estás muy contento, feliz, pensando en las próximas carreras, muy animado en los entrenamientos e  ilusionado con ser atleta.

¿Cuándo probaste correr con obstáculos por primera vez? ¿Qué te llevó a decantarte por esta prueba tan exigente?
Fue en la pista del Botánico de Salamanca, se acercaba una jornada de liga júnior – que al final terminamos como  campeones de España 1987- y el entrenador nos puso al grupo de fondistas a pasar unas vallas para completar el equipo en la prueba de 2.000Ost.  Fuimos a la primera jornada en Segovia  y corrí en 6´05´´ y la mínima para el nacional era 6´15´´. En la segunda carrera, en el INEF, hice 5´52´´  y ese año gané el campeonato de España en Fadura con 8´44´´.

¿Resultaba fácil llegar a vivir de esto, de correr, de entrenar, de competir?
No, no es nada fácil vivir del atletismo de forma profesional. Yo, en mis inicios, ni lo pensaba. De júnior conseguí mi primera beca por hacer 8´54´´,  creo que ya eran de ADO, es decir, que ya estaban  los Juegos Olímpicos de Barcelona cerca. Había una corriente social muy positiva hacia el deporte en todos los aspectos que pueden ayudar a un deportista. En categoría promesa y primer año de sénior ya recibía material deportivo de Reebok de la mano de José Manuel Albentosa,  que luego me fichó para el equipo, junto a Antonio Prieto, José Manuel García, Javier Alario, Abel Antón, Martín Fiz, Pérez Perales, Francisco Rivera, Teodoro Cuñado y el propio Albentosa. Al año siguiente llegó Fermín Cacho. También conocí  al manager Miguel Mostaza, que  también se preocupaba de las fichas con los equipos y los premios de las carreras. Yo creo que todos a los que nos gusta el deporte vivimos de él, unos más profesionalmente que otros, pero es normal, los currículums están ahí. Es lógico que tenga más rendimiento un campeón del mundo u olímpico y de Europa que un campeón de España.
Cuanta calidad y categoría junta

¿Era gratificante poder vivir de un deporte que puede llegar a apasionar?
Sí, claro que era muy gratificante. Cuando consigues una marca, una clasificación que te permite tener una beca, o subir un poco la ficha del club, los fijos, es para estar muy contento y disfrutarlo. Muchas temporadas te has preparado igualmente y las cosas no salen tan bien,  o a otros les salen mejor.  Desde luego que es un deporte que apasiona, sí.  Cuando en estos momentos tantos deportistas salen a correr es por algo. Y el atletismo en pista aun me gusta más. Si ahora pudiera me haría la ruta de mítines de la Diamond League (y recordaría mis carreras, pocas, cuatro de la anterior Golden League). Es una pasada ver a los mejores superar  marcas, barreras, listones, centímetros, con una técnica…son los mejores.
He ahí uno de los relevistas españoles antes de los Juegos de Barcelona 92

¿Recuerdas la primera vez que te llamaron para representar a España? ¿En qué competición fue?
Si, creo que fue en un encuentro júnior en Lloret de Mar, triangular o cuadrangular, y en categoría absoluta fue en los Juegos del Mediterráneo 93, en Narbonne.

¿Qué sentías cuando te veías con los mejores corredores españoles en una competición así?
Satisfacción, compañerismo, equipo...teníamos que pasarnos los nervios en grupo.

Tú, que has estado en Juegos del Mediterráneo, Copas de Europa, Campeonatos del Mundo, de Europa, ¿de qué competición guardas mejor recuerdo?
El campeonato del Mundo de Atenas. Fue como pensar: “ostras, que estoy en un mundial, a ponerse las pilas. Que estoy calentando al lado de Moses Kiptanui” …Vaya tela. Luego confiaba en mis posibilidades  y lo que deseaba era pasar la primera ronda y estar en mis marcas. Lo conseguí, porque hice 8´29´´en eliminatorias   y al día siguiente, en las semis, 8´31´´. El europeo de Budapest  fue especial porque conseguimos ser los tres finalistas, junto a Eliseo y Luismi. También fue especial la Copa de Europa de Munich 97, cuando España permaneció en la  máxima categoría del atletismo europeo  con un quinto puesto. Se percibía, por encima de todo, una competición de equipo.

Simbolismo puro: Fermín, Viciosa, Reyes, Ramiro Morán, el Partenón ... buufffff
España ha sido durante muchos años un país con grandísimos corredores de obstáculos. De los de tu época, ¿a qué corredor destacarías?
Es que yo he sido de tantas épocas... He tenido la suerte de competir con varias generaciones. De la mía, los del 69, y te hablo de memoria, creo que sólo seguí yo adelante, pero me quedaría con todos, Albert Casal, Joseba, El Coro, Gorka, Carlos Salcedo, un chico de Nerja. De los anteriores a nosotros, Azkueta, Sinovas, Chencho López, Benito Nogales, Antonio Peula, César Sánchez. Un poco anteriores a éstos tenemos a Domingo Ramón, Sánchez Vargas, Torres. Y más jóvenes que nosotros,  Chuvieco, Pau Bundo, José María González, Elisardo de la Torre, luego Eliseo Martín, Luismi, José Luis Blanco, César Pérez, Pentinel … con todos estos grandes corredores he compartido muchas carreras. Por marcas, está claro, destaca Luismi. Y por puestos Eliseo, Penti y Azkueta junto con Domingo y Sánchez Vargas, Luismi. Todos son muy buenos.

Tú compartiste escena con algunos de los que a día de hoy tienen las mejores marcas, Luismi, Eliseo. ¿Crees que pasará mucho tiempo hasta que tengamos a corredores tan sólidos a nivel internacional como ellos?
No lo se. Los puestos en Juegos Olímpicos, como los conseguidos por Luismi y Eliseo, y posiciones campeonatos del mundo,  como el bronce de Eliseo en París, es muy difícil, pero a la vez le servirá de estímulo a las nuevas generaciones que en marcas no están tan lejos, como Mullera, Víctor, Alaiz.

¿Cuándo decidiste que era el momento dejar los obstáculos para otros atletas?
En el año 2000 quedé cuarto en el campeonato de España de Barcelona con 8´21´´. Ya venían apretando desde el año anterior con grandes marcas Eliseo, Blanco, Cesar y habían sido finalistas en el Mundial de Sevilla Eliseo y Luismi. En ese campeonato de Barcelona, Penti me ganó de la ría a la meta, tal y como  yo le había hecho exactamente igual a Sánchez Vargas diez años antes, y en la misma pista, lo que  es la vida, eh. Quizás fue esa la vez que más cerca estuve de ir a unos Juegos Olímpicos. Yo  no me veía para hacer esas marcas, la verdad, y durante el 2001, que hice 8´27, me di cuenta de que si quería seguir motivado debía buscar otras metas.


Entrando vencedor en el Gran Premio de Salamanca 1997

¿Y cómo recuerdas aquella final del Campeonato de España de 3.000mts obstáculos de 1998?
No llegué con buenas credenciales para lo que luego sería una temporada de libro para mí. Yo no había tenido un buen inicio de temporada, creo que hice 8´52´´ en Baracaldo en una carrera que ganó Cepeda, creo que con 8´26´´. Unas tres semanas más tarde, en el mitin de Barcelona ya quedé segundo detrás de Eliseo, con 8´32´´. Me encontraba mejor. En San Sebastián también se presentaba Luismi,  que había corrido en 8´28 en Portugal. Nos jugábamos todos ir al europeo junto con algún compañero, que ahora no me acuerdo, perdonadme Munuera, Azkueta, Blanco... En el calentamiento de la pista anexa había tensión, pero no tanto entre nosotros como para no hablar de la carrera e intentar hacer todos una buena marca. Creo que sacó el tema Eliseo y yo le comenté que me dejaran para mí la última. Yo ya me encontraba mejor y también me apetecía revalidar el título conseguido en Salamanca el año anterior. Pensando en la estrategia o en hacer una buena carrera nos plantamos en la línea de salida. La carrera fue lenta al principio, pero aun así corrimos la última vuelta rápidos, no sin nervios, porque, al paso de la campana yo me puse primero y, a falta de 300 metros, era quinto o sea que fíjate la que podía liar. Salí con todas mis fuerzas  y así me planté en la recta con una ligera ventaja para ganar con 8´29´´. Después, en las semis del europeo, con caída incluída, hice 8´27´´ y 8´24´´ en la final. Unos días después conseguí mi mejor marca personal de 8´17´´49 en Rieti.

Final del Campeonato de España de 3.000 metros obstáculos.- San Sebastián 1998
¿Qué te animó a enfrentarte a tus primeras media maratones?
Fue un reto personal, quizás buscaba volver a mis inicios de los que hablaba en las primeras preguntas, ya que yo corrí la primera edición de la media maratón de Zamora con 16 añitos. Entre las temporadas de obstáculos había corrido alguna a inicios de temporada y esta decisión era como que cerraba un círculo hasta el punto de que no quise embarcar en esta idea al que fue mi entrenador los mejores años de obstaculista, Eladio Barredo, por lo que decidí entrenarme solo. Quiero aprovechar este inciso para  recordar a este gran grupo de deportistas y mejores personas que Eladio dirigía, Isaac, Teodoro, Óscar Giralda, con lo que, aunque no nos veamos tanto como antes, guardo una gran amistad.
Aunque me entrenara solo, no sentía la falta de método. Elaboraba los entrenamientos con todo lo que había  aprendido de todos los entrenadores. También me rondaba la idea de pasarme a la Marathon - hice varios intentos posteriores, pero no salieron las cosas - como  habían hecho atletas como  Abel Antón, José Manuel García, Alejandro Gómez, Toni Peña, José Ramón Rey, Julio  Rey, Fabián Roncero, Cortes …, grandísimos corredores de cross  con los que yo había estado alguna vez cerca de ellos, con grandes marcas en pista.  incluso Martín Fiz, con el que creo que corrí alguna vez obstáculos, allá por 1988.

De ahí a convertirte en campeón de España. ¿Cómo recuerdas aquella carrera de Torremolinos?
Ahora la recuerdo bien, pero no tanto aquel día de la carrera y los días anteriores  vaya  con las lesiones…Yo creo que había hecho una preparación buena y un test en la media Vigo-Bayona con un tiempo de 1h04´42´´ unas tres semanas antes. Empezó a hacer mucho frío por Salamanca y, por no estropear toda la preparación y pillar un catarro o gripe, decidí ir a otros sitios más cálidos. Había oído que Abel Antón había preparado una maratón en Andújar, Jaén, donde había circuitos de asfalto. La pista la conocía porque había corrido el mitin de allí y conocía a Juan José Rosario, que nos buscó hotel. Digo nos buscó porque entonces ya estábamos casados Cristina y yo y teníamos el primer retoño, otro Ramiro. Las últimas tres semanas estuvimos en Andújar, donde entrené muy bien con la gran ayuda de Chariqui, pero empezó a llover y finalmente me presenté en Torremolinos con catarro  y, lo que para mi era peor, con reflejo en una rodilla, es decir, un dolor tal que no la podía doblar, algo similar a cuando me hicieron artroscopia en el año 92 en una rodilla y en el 94 en la otra.  Lo primero que se me vino a la cabeza fue un derrumbe porque, después de lo que yo pasé con las rodillas, no me lo podía creer. Bueno, ya estando allí sólo quedaba correr. Yo no había contado nada a Jesús Peinado, que dirigía el equipo, con Silio, Moiben y todos los compañeros de Guadalajara, para no preocuparles, así que se lo dije en la misma salida. Se quedó helado. Fuimos a por un antiinflamatorio al hotel y a correr… Al inicio me dolía un poco, pero, a medida que la carrera avanzaba, calentó bien y no la sentí hasta el final. El ritmo rondaba los 3´/km y yo me encontraba bien. A ese ritmo veía que iban quedando atletas atrás. En principio mi intención era controlar a los españoles, por lo del campeonato y el posterior mundial. Sobre el km 15 creo recordar que era 4º y primer español. Por delante iban Moiben y un poco más  adelante  Kimayo y Smatua, y un repecho a 1,5km. de meta se les atragantó  y  pasé a Moiben, luego pillé a los otros dos keniatas y les gané al esprín. Imagínate, recordando todo lo anterior  y con mi  hijo y mujer en la meta. Es de los mejores momentos deportivos que he tenido.

Control absoluto en el paseo marítimo de Torremolinos
¿Quién te iba a decir a ti que acabarías siendo mundialista, también, en media maratón?
Ese día de San Sebastián ni me lo imaginaba, claro.
¿Se diferencian mucho ese tipo de campeonatos internacionales a los tradicionales de pista?
Sí, son distintos. En el de media ya estás en la final directamente  y  rodeado de corredores buenísimos de cross, maratón, 10.000. El campeonato que yo corrí  fue en Bruselas. Corrí lo que pude a poco más de 3´/km. Luego pinché. Esperaba hacerlo mejor, pero no pudo ser. Corrieron muy bien Cortes y Julio Rey. Toni  Peña y Alberto Juzgado completaron el equipo.

¿En qué momento decidiste que era el momento de decir adiós al atletismo de alto nivel? ¿Por qué?
Cuando intenté correr maratón otros dos años y no me salía lo que esperaba. También había estado los últimos años disputando campeonato de España de cross, de media maratón y copas de Europa de Media Maratón gracias al club de Guadalajara. Ya estaba entrando en añitos y teníamos dos hijos.
Una vez lejos de las pistas y las competiciones internacionales, ¿se echan en falta? ¿Qué se añora?
No, no echo en falta nada. Después de dejar de correr me inicié en el golf y con este deporte seguía manteniendo ese espíritu competitivo.


¿Un 5.000 a menos de 3.18? No está mal, nada mal
¿Te resultó fácil esa complicada etapa de transición entre la vida de deportista de élite y la posterior?
Sí, me resultó fácil, como he comentado antes. Durante los años de atletismo tuve tres lesiones que me impedían rendir y renovar las becas. Una fue una operación de rodilla en 1992. En ese tiempo de parón comencé a trabajar en seguros y ya no lo he dejado hasta este momento. Bien es cierto que cuando tenía opciones en atletismo aflojaba en seguros y viceversa. Tuve otro parón en 1994 por operación en la otra rodilla y en 1999 padecí un accidente de tráfico que yo creo que fue lo que me rompió el ritmo que traía de las temporadas 97 y 98.
¿De qué manera encauzaste tu carrera profesional?
Soy autónomo y  agente exclusivo de seguros Allianz. En los años 95 y 96 dirigía una oficina con treinta agentes. Es un trabajo que me gusta mucho, pero como el atletismo me gusta más en el 97 se cruzó en mi camino otra vez el atletismo de la mano del grupo de Eladio Barredo, con Isaac Viciosa, en Valladolid. Cerré la oficina y atendía a mis asegurados directos y así sigo en la actualidad. Los directores que he tenido en Allianz siempre han entendido que yo tenía que estar compaginándolo con el deporte. Al director de ahora, Luis Ángel, le gusta correr y salimos algún día juntos.
¿Por qué creaste el Club Deportivo La Armuña?
Justo antes de dejar de correr en “serio”, temporada 2003-04, bajé a correr a una zona de Salamanca a la que yo no acudía casi nunca, Salas Bajas. Haciendo los estiramientos típicos después de entrenar, un día entablé conversación con unos corredores muy majos, ellos ya me conocían a mí .Uno de ellos era Iñaki Peña, un runner con más de 30 maratones en sus piernas. Resulta que estábamos preparando todos el mismo objetivo, la primera maratón Martín Fiz en Vitoria. Para allá que nos fuimos. A la vuelta seguimos quedando para entrenar y conocí a más  atletas que solían correr por allí, Roberto Martín Cruz, Juan Carlos Picado, Manu Cuadrado… Yo ya dirigía en 2005 una escuela de atletismo en el pueblo donde resido, San Cristóbal, y, a finales de 2006, formalizamos el club y le pusimos el nombre de la comarca donde residimos, en la zona norte de Salamanca, La Armuña. También sentía la necesidad de enseñar todos los conocimientos que me proporcionó la experiencia de más de veinte años corriendo.


Vídeo con interesantes imágenes de su carrera deportiva
¿Cómo ha ido evolucionando el mismo hasta alcanzar los alrededor de 200 integrantes con que cuenta hoy día?
Han sido muchos años compartiendo experiencias con muchos clubes, instituciones, federaciones, patrocinadores, atletas  y una idea general tenía. El atleta siempre sería para  mí lo más importante. Con esa premisa comencé con la idea de acercar el atletismo a los niños y niñas de los municipios de la comarca a través de las escuelas de atletismo durante la temporada escolar. También lo hice con la idea de preparar eventos especialmente pensados para ellos en fechas destacadas, fiestas patronales o inicio o clausura de curso con el programa de Olimpiadas Infantiles. También organizamos carreras populares en las que lo participativo y solidario es el objetivo principal sin renunciar a la competición. Así llevamos cinco temporadas y, en la actualidad, dirigimos escuelas en cuatro municipios: San Cristóbal, Villamayor, Monterrubio y Cabrerizos. Asímismo, acuden alumnos de la capital. Participamos en Juegos escolares, deporte en edad y deporte federado. Este año ha acudido a un campeonato nacional el primer alumno de las escuelas, Alberto Cuesta Escudero, que participó en el campeonato de España de pista cubierta promesa en Antequera. También me gusta que, además de atletas, se incorporen como monitores al pasar a júnior. Aquí tengo que hacer alusión  a uno de “tus atletas”, anteriormente entrevistado, Jorge González Amo, que me gustó mucho, Él hacía referencia a esa etapa de monitor de club-atleta. También me llamó la atención que practicara varios deportes además de atletismo. Nosotros les hemos llevado a jugar al golf y varios alumnos de las escuelas participan también en baloncesto. También me gustó mucho aquello que Jorge dijo de que “antes del entrenamiento, el adiestramiento”. Bueno, a ese grupo de promoción de menores que en la actualidad superamos los cien alumnos y alumnas hay que sumar un grupo trece extraordinarios atletas seniors y veteranos que son muy buenos competidores  y  mejores personas. Con sus medallas en campeonatos autonómicos de cross y ruta y el cuarto puesto en el nacional de media de la pasada temporada. A todo este grupo de promoción y competición hay que sumarle el incalculable apoyo de madres y padres que se han incorporado en el grupo de deporte-ocio-salud.


Con los monitores en los Juegos Escolares
¿Qué te entra por el cuerpo cuando ves a tus tres hijos practicando deporte con otros niños?
Una satisfacción enorme y, junto a sus madres y padres, me hacen muy feliz, la verdad.
¿Cuáles son los objetivos de vuestro club?
Que todos los atletas estén a gusto, contentos, que se sientan arropados, que su paso por el club les aporte muchas cosas positivas y que si un día deciden dedicarse profesionalmente al atletismo les podamos ayudar. En esa línea les intentamos ayudar a crecer en los tres bloques: promoción, competición y deporte-ocio.
Tú vives en una zona de buenísimos, fantásticos vinos. Además, llevas tiempo trabajando para sacar adelante un ilusionante proyecto relacionado con ese mundo. Cuéntanos cuál es ese proyecto y cómo optaste por involucrarte en un mundo tan apasionante.
Empiezo por el final y no me voy a extender mucho, que ya van muchas líneas ¿verdad? Hace unos seis años compramos una casa solariega en la comarca de Tierra del Vino, concretamente en Corrales del vino Zamora, una casa con la bodega típica de una zona en la que los pueblos llevan el apellido del Vino. Al poco tiempo, por casualidad, nos hicimos con una viña y el año pasado hicimos la primera vendimia. Ya hicimos vino el año pasado, gracias a los consejos de bodegueros vecinos que, muy amablemente, nos ayudaban en las muchas dudas que se nos presentaban a cada paso. El proyecto es tan ilusionante como el de aquel niño de instituto que quería ser atleta como comentaba en el inicio de la entrevista.

El trabajo duro, la clave para obtener el fruto deseado
¿Te hace ilusión que los aficionados al vino de cualquier parte de España puedan algún día ir a buscar a sus lugares preferidos vinos elaborados por ti y tu gente?
Sí, claro. Ahora me hace ilusión que mis amigos del deporte, compañeros y familiares, compartamos y disfrutemos de lo que vamos haciendo día a día.   
Explícanos de dónde viene la denominación de tu bodega, VER?
Son las iniciales de los nombres de nuestros hijos, Vega, Enrique y Ramiro. Fue un nombre que le pusieron ellos y luego caímos, su madre y yo, en que coincidía el nombre con sus iniciales.

¿Hasta dónde crees que puede llegar Viña VER?
Hasta donde llegue espero que sean felices, que lo sean tanto como lo son ahora cuando nos “ ayudan” y juegan mientras hacemos las labores de la viña, el mosto y el vino.

Y dejando a un lado lo sentimental, te comento que no lo se. Como te comentaba en preguntas anteriores, en este proyecto,  haciendo un paralelismo con el atletismo, nos encontramos en la escuela de iniciación deportiva. Nos encontramos con un deportista con muchas cualidades, es decir, unas cepas con muchos años, que se caracterizan por dar uvas de mucha calidad de la variedad Tempranillo las tintas, y malvasía y  moscatel las blancas. El  terreno es ideal para la maduración  y  la bodega soterrada ideal para las crianzas. Pero necesitamos unos añitos hasta llegar a júnior  y  sénior. En este tiempo trabajaremos con muchas ganas e ilusión  las  cualidades, como son la resistencia, la velocidad, la coordinación, la competitividad. Hay que formarse como  un buen  atleta,  hay que hacer un buen vino.  Esa será nuestra meta, hacer un buen vino de calidad,  respetando las técnicas de cultivo y elaboración tradicionales, que son las más ecológicas y sostenibles. Con esa singularidad deportiva ya encontraremos el matiz.  Tenemos buenos entrenadores  y compañeros que nos ayudan en la programación  y  en los entrenamientos diarios. Son de agradecer los consejos de agricultores, bodegueros y vinicultores vecinos.  Desde el presidente de la D.O Tierra del Vino, Juan Miguel Fuentes Sardón, que tiene la bodega Teso Blanco en Cabañas de Sayago; Juan José Moreno, de Microbodega El Alumbro, en Villamor de los Escuderos; José, de El Maderal,  con Viña Escuderos.  Y  vinicultores de Villanueva de Campeán. En un principio les chocaba que un deportista se preocupara del campo y, sobre todo, cuando nos veían con las azadas.  También hay atletas campeones que nos motivan en el camino, como los Sexmil, Brochero y Sexmil Summa, Gavión,  tanto en tintos como en blancos y rosados, Cénit, Mazarrón, Proclama. Todos estos vinos tienen muchas  medallas  y reconocimientos.

En Viña VER  haremos buen vino y, lo más importante, disfrutaremos del camino día a día… por supuesto lo compartiremos.

La genética es un grado y en la familia Morán-Cacho hay buenas cepas de origen
Cuando se habla de vinos la mayoría de la gente se olvida de los blancos, rosados, espumosos y otras variantes, pareciendo que sólo los tintos son buenos vinos. Dinos, por ejemplo, con qué tipo de vino compararías las 3 pruebas atléticas que más te gustan (se trata de decir tinto con  …; blanco con …; rosado con ….).

Complicada pregunta porque del atletismo me gustan todas las pruebas. Ni siquiera se me ocurre la respuesta dividiéndolo por modalidades: carreras, carreras con vallas, saltos, lanzamientos y marcha.  Este dilema dará para escribir varios libros…Y si te digo cross, pista y  ruta  tampoco.  Bueno, me lanzo: lo voy a responder en función de mis carreras, ¿vale?

Vale

Tinto: 3.000 obstáculos; blanco: cross; rosado: ruta, medio maratón.


El vino, en buena compañía, siempre sabe mejor
Déjanos unas palabras de esperanza para nuestro deporte y nuestros deportistas.
Me gustaría, antes de terminar, pedir disculpas a todos los que no he nombrado en esta entrevista porque en todo momento he escrito de memoria, sin consultar datos. A la vez, agradecerles a todos los momentos que hemos compartido, atletas, clubes, federaciones, patrocinadores, monitores, organizadores, entrenadores, servicios médicos y medios de comunicación con los que habré tenido momentos buenos y menos buenos, pero quienes habéis ayudado y ayudáis a que nuestro deporte sea lo grande y apasionante que es. Todos esos momentos me han llevado a que ahora os esté enviando un fuerte abrazo a todos a través de esta entrevista y, por supuesto, si tuviera otra oportunidad no lo duraría, sería deportista. 
Felices Fiestas
Publicado por Jesús Francisco Aguilera Moreno