sábado, 25 de diciembre de 2021

CLAUDIA GÓMEZ MENÉNDEZ

 

Natural de Madrid

Nacida el 17 de enero de 2002
Club: Suanzes San Blas
Entrenador: Isidro Rodríguez Martín
Síguela en instagram (haz click en su nombre de perfil): clauatle

Mejores Marcas Personales

1500m: 4:45.36 (Fuenlabrada 2019)
5000m: 17:30.7 (Alcobendas 2021)
3000m pc: 9:38.76 (Madrid 2021)
10K ruta: 37:15 (San Silvestre Vallecana Internacional 2020)

 Historial Deportivo

2021

Primera Clasificada San Silvestre Vallecana Popular 
Campeona de España Sub20 de carreras de montaña (Liencres)
Subcampeona de España Trail Running por Federaciones Autonómicas (El Paso)
Subcampeona de España de Trail Running promoción (Canfranc)
4ª en Campeonato de España de 5000m Sub20 (Torrevieja)
4ª en 3000m Campeonato de España Sub20 pista cubierta (Antequera)
5ª en Campeonato de España campo a través (Getafe)
7ª en Campeonato de España campo a través por clubes (Santiponce)
37ª en Campeonato de Europa de campo a través Sub20 /subcampeonas por selecciones (Dublín)

2020
1ª en Campeonato de España de campo a través por clubes Sub20 (Soria)
Subcampeona de España de 5000m Sub20 AL (Madrid)
4ª en Campeonato de España campo a través Sub20 (Zaragoza)
7ª en Campeonato de España Trail Running por Federaciones Autonómicas (Ibiza)

 2018/2019

Subcampeona de España de 3000m Sub18 en pista cubierta (Valencia)
3ª en 3000m Campeonato de España Sub18 AL (Castellón)
3ª en 5000m Campeonato de España fondo en pista-Trofeo Ibérico (Burjassot)
19ª en Campeonato de España campo a través Sub18 por autonomías (Villamanrique de la Condesa)

2017/2018

4ª en 3000m Campeonato de España pista cubierta (Antequera)
6ª en Campeonato de España campo a través por autonomías (San Pedro del Pinatar-Murcia)
11ª en 3000m Campeonato de España Sub18 AL (Gijón)
12ª en Campeonato de España campo a través por clubes (Gijón)

 2016/2017

70ª en Campeonato de España de Campo a Través por Clubes (Oropesa-Castellón)

 

Comienza 2022. ¿Cómo lo has hecho tú? ¿Sueles entrenar en los días claves de las fiestas navideñas?

Corriendo, por supuesto. No se me ocurre una mejor manera de abrir o cerrar etapas que hacerlo corriendo. Siempre he entrenado y competido durante las fiestas navideñas. Para mí, estos días son doblemente festivos: la posibilidad de compartirlos con los míos, por una parte; y la de atarme las zapatillas con menos prisa que de ordinario, por otro.

Ya sabemos que son fechas en las que se abusa de las comidas, de los dulces, del alcohol, de … ¿Caes tú en alguna de esas sensaciones, aunque sólo sea por aquello de que “un día es un día”?

Nunca he sido de excesos. Especialmente si pueden acarrearme más perjuicio que beneficio. No soy absolutamente tajante, pero me cuido todos los días: la salud no entiende de fiestas.

De una u otra forma. ¿Has formulado tus deseos para el año que tienes ante ti? ¿Se pueden contar?

Llevo 19 años formulando deseos cuando se acerca la noche de Reyes. Mi carta ha cambiado, evidentemente, pero la ilusión ha permanecido intacta. Cuando era pequeña, tres eran los regalos en casa, uno por cada Rey, así que este año, en mi carta, he incluido también tres deseos. A Baltasar, que siempre fue mi Rey favorito, le he pedido salud, tanto física como mental. Para mí y para los míos. Es un poco tópico, pero ningún edificio puede sustentarse sin unos cimientos sólidos. Cuando algo me hacía mucha ilusión, me encomendaba a Melchor. Con esto de ser el mayor, lo veía yo como la baza más fácil de convencer. Este año no le he pedido zapatillas a Melchor, que ya tengo muchas, pero sí muchos kilómetros para poder gastarlas. Tengo tanta ilusión por seguir disfrutando de cada zancada que igual este regalo debería valer doble. Por último, para que Gaspar no se venga con los brazos vacíos, decidí incluir un tercer deseo. Quizá sea un poco egoísta: seguir consiguiendo todo aquello que me proponga.     

Zancadas en persecución del sueño. Foto cedida

Eso a corto plazo. Como atleta de futuro, ¿tienes alguna meta, algún sueño, algún deseo especial?

Sí, eso a corto plazo. He aprendido que la mejor manera de alcanzar metas es planteárselas a corto plazo. Pensar únicamente en la siguiente ría, sin agobiarse por el resto de obstáculos. He crecido soñando que algún día representaría a España. Ese sueño se ha hecho ya realidad. Ahora sigo creciendo, soñando que algún día participo en unos Juegos Olímpicos. Sé que es un sueño muy ambicioso. Pero tengo a mi favor que, aunque soñadora, no me duermo. Ojalá algún día me ponga en la línea de salida de una competición importante … y cruce la de llegada sin tener a nadie delante.

Estamos en tiempos complicados. ¿Qué te gustaría que sucediera en los próximos años para tener fe en las personas como individuos y en la sociedad en general?

No sé si los tiempos de ahora son particularmente complicados, o si verdaderamente lo han sido siempre y nosotros, como no estábamos, creemos que todo lo de ahora es peor. Sí que creo que son tiempos infinitamente más egoístas de lo que lo eran antes. Que nos hemos convertido en una masa homogénea, pero nos creemos únicos e irrepetibles. Que preferimos nuestro bien personal al común, y que nos excusamos en aquello de “el pez grande se come al chico” cuando no actuamos éticamente. De pequeña sentía un desgarro tremendo cuando iba caminando por la calle y veía algún mendigo. Crecí creyendo que algún día podría cambiar el mundo. Pronto me di cuenta de que no, no lo haría. Así que decidí que, ya que no podría cambiar el mundo, el mundo tampoco podría cambiarme a mí. Pienso que todos deberíamos buscar nuestra mejor versión y ayudar a los demás cuando se perdieran encontrando la suya. Sonreír más y gritar menos. No crear problemas, porque la vida se encargará, por sí sola, de ponernos varios. Arrimar el hombro para trabajar en vez de poner la mano sólo para recoger. Sé que, en el fondo, sigo siendo demasiado idealista.

Tú vistes de rojo en cada competición con el Suanzes San Blas, pero hace unas semanas luciste La Roja de la selección española de atletismo. ¿Cómo fue tu primera experiencia internacional? ¿Salió todo como esperabas y creías?

Efectivamente, el rojo es un color ya inherente a mi persona. Tuve la gran oportunidad de cambiar el negro que lo acompaña en mi equipación habitual por ese color que, según descubrí, no se llama amarillo, sino gualda. Si me preguntas por el “cómo”, solo me sale una palabra: alucinante. Fue un regalo de Reyes adelantado. Como yo era plenamente consciente de ello, lo desenvolví con mucha ilusión y traté de disfrutarlo al máximo. Quizá saber que yo era la baza más floja del equipo hizo que me pusiera en la línea de salida con el único propósito de disfrutar y dejarme la piel. No tenía ninguna referencia, ningún plan, ninguna expectativa que no fuera vaciarme. Sólo fueron 4000 metros, pero, cuando llegué a meta, el regalo se revalorizó. Porque, efectivamente, logré vaciarme. Eso en lo deportivo. En lo que trasciende, también un privilegio. Compartir mesa con atletas a los que he admirado siempre, la mezcolanza de idiomas en el hotel en el que nos albergábamos todas las selecciones, mi primera acreditación colgada del cuello… Creí en el momento, pero es que el momento superó cualquier tipo de expectativa.

Los sueños se cumplen. Foto Miguélez-RFEA

Para colmo, subísteis al podio por equipos. ¿Qué se piensa cuando se está allí arriba, como una de las mejores selecciones de Europa?

Al principio no pensé. Sentí. Mucho frío. Que era Dublín en pleno mes de diciembre y habíamos dejado los abrigos en la carpa. Después, cuando ya estábamos las tres selecciones en los cajones del podio, miré hacia las banderas, que empezaban a elevarse. Pensé en lo que estarían sintiendo los míos al verme ahí. A mí, su Claudia. Pequeñita y un poco rígida, que posar para las fotos nunca ha sido lo mío. Pensé en mis padres y en el despliegue de pañuelos que habría seguramente en casa. Pensé en mi entrenador, que ese día recibía un homenaje en el barrio, y que estaba siguiendo la retransmisión desde el móvil. Pensé en mi primo Quique, que tiene 5 años y se ha convertido en mi fan número uno. Su momento favorito es cuando llego a meta y me tiro al suelo. Así que se me vinieron a la cabeza sus ojos radiantes de vida, su risa celebrando que, cuando llegué a la meta, efectivamente, me tiré al suelo. Pensé en los cuatro dorsales que llevaba, y en cuál sería para cada quién.

Un grupo de atletas de futuro espectacular. Foto Sportmedia
¿Qué sentiste cuando viste tu nombre entre las seleccionadas unas semanas antes?

Fue mágico. La posibilidad hecha realidad. Un nombre de seis. Y era el mío.

¿Enfocaste tu preparación de octubre y noviembre para poder conseguir la plaza?

A finales de agosto, o principios de septiembre, me senté con Isidro, papel y boli en mano, para trazar las líneas del final de temporada. Sabíamos que había Europeo de Cross. Acababa de hacerse oficial el aplazamiento del Campeonato del Mundo de Montaña, para el que tenía plaza, por lo que la única oportunidad de acabar el año vistiendo de España pasaba por hacer un buen papel en la temporada de campo a través. Le pedí a Isidro que me dejara disfrutar del mayor número posible de pruebas incluidas en el calendario. Aunque el objetivo era llegar lo mejor posible al momento adecuado, no renuncié a ninguna cita. He disfrutado de una temporada de cross sensacional, compartiéndola con mis padres, que me han acompañado en la mayor parte de las citas, y con mi entrenador, que lo ha hecho en las restantes.

Estás hecha toda una “crossera”. ¿Qué es lo que más te gusta de esta especialidad?

Me gusta la palabra “crossera”. Hasta ahora, mis incursiones en el campo a través han sido solo una pequeña aproximación, la correspondiente a mi edad. Pero me alegra pensar que, dentro de poco, seré una “crossera” auténtica. Igual queda un poco contradictorio, pero me gusta la libertad que encierran este tipo de carreras. Igual es muy de película, lo de correr con el viento en contra y la lluvia de cara. Me gusta esa sensación. Me lo paso terriblemente bien.

¿Te tira más el campo a través que la pista? Si tuvieras que elegir una de las dos, ¿con cuál te quedarías?

Aunque los años me van templando, yo siempre he sido un poco “cabra loca”. Y ya lo dicen, que la cabra tira al monte. Así que esta pregunta es fácil: acabar con barro hasta en el pelo siempre me ha parecido más divertido que dar vueltas a una pista. Nunca he dejado de hacer una por hacer la otra, pero sí que es cierto que he preparado más específicamente el campo a través que la pista. Prefiero seguir divirtiéndome, ya tendré tiempo de arañarle segundos al crono cuando llegue el momento de hacerlo. 

Campeonato España Trail por Federaciones Autonómicas El Paso 2021 Foto Ayuntamiento de El Paso

Sin embargo, también has probado las carreras de montaña. ¿Con qué fin lo hiciste?

¡Sí! ¿Qué te voy a contar del año 2020? Que fue, para todos, un año “en blanco”. Las carreras se contaban por cancelaciones y era difícil mantener la motivación ante una perspectiva tan desoladora. Asomaba tímidamente una lucecilla: la montaña. Mi entrenador, que todavía me gana bajando (vestigio de su época montañera), me animó a probar. Y si yo de normal necesito poco ánimo, pues en esas circunstancias, ni te cuento: para la montaña se ha dicho. 

¿Qué te han parecido dichas incursiones en el monte?

La primera de ellas, una auténtica calamidad. Quizá yo no había captado aún el concepto. La montaña no es “un cross duro”. Es un auténtico mundo aparte. Y, como todo recién nacido, uno tiene que adaptarse progresivamente. Yo tenía grandes esperanzas en aquella carrera, que era el Campeonato de España de Trail por Selecciones, y se vinieron abajo estrepitosamente. Me quedé con un sabor muy amargo, porque sentía que no era un problema de las circunstancias, sino de mi propia actuación. Era yo la que había fallado. Y fallar, fallarme a mí y también a los míos, no me ha gustado nunca.

Además, con varias medallas en campeonatos de España. ¿Piensas seguir compitiendo en ese tipo de carreras?

Después de esta primera incursión frustrada, le dije a Isidro que quería desquitarme. Y me dijo que adelante, que teníamos por delante toda una segunda parte para darle la vuelta al marcador. Aquella segunda parte fue en Liencres. Mi entrenador a mi lado. Mi equipo más cercano a pie de montaña, que no de pista. Mis padres pegados a la televisión. Los ingredientes estaban en el horno. Meses de cocción. Y el horneado fue perfecto: aquel día Isidro y yo ganamos nuestra primera medalla individual en un Campeonato de España. Aquello me animó a adentrarme más en un mundo que no hacía sino cautivarme más y más por momentos. Hubo más carreras de montaña. Cada vez con mejores sensaciones. Aprendiendo mucho, y disfrutando todavía más. Así que sí, voy a seguir sintiéndome un poco “cabra” también durante este año entrante.   

Campeonato España Carreras en Montaña Liencres 2021 Foto RFEA
                                     Campeonato España Carreras en Montaña Liencres 2021 Foto RFEA

¿Has comprobado que el ambiente de la montaña es diferente al de las otras disciplinas atléticas?

No me gusta generalizar. La vida no va en bloques. Pero sí he percibido personalmente un ambiente diferente, especial, único. Quizá va ligado a la propia disciplina en sí: siempre he pensado que para aguantar 5 ó 6 horas en la montaña, uno tiene que estar hecho de otra pasta. Sea como fuere, las carreras de montaña tienen “algo” que no he encontrado en otros sectores. Mi experiencia es muy limitada, claro, aunque suficiente para haber apreciado que, en la montaña, por encima de la competitividad, impera un ambiente de mucha humanidad.

Vamos a regresar al pasado. ¿Cómo aterrizaste en el atletismo?

Aterricé, de hecho, corriendo. Siempre iba corriendo por la calle. Hacía recados con la excusa de poder correr. Practiqué esgrima durante unos años. Es un deporte con el que disfruté mucho, pero que no era mi destino: durante el calentamiento, mientras todos jugaban al balonmano o al fútbol, yo corría en la cinta. Cuando mi club de esgrima se trasladó, decidí dejar de correr por las calles y empezar a hacerlo de verdad.

¿Cuáles eran tus pretensiones iniciales?

Al principio buscaba encontrarme bien. Liberar un poco de la mucha energía que tengo, probar algo nuevo. Un reto. Me encantan los retos. Pronto me sentí en el club como en una familia. Se convirtió en la mía. Me divertía y me sentía querida. Combinación perfecta.

¿En qué momento comenzaste a darte cuenta de que se te daba bien, de que podías ser de las mejores de España?

Durante mi primer año compitiendo como atleta federada participé en un sinfín de pruebas incluidas en el calendario de la federación madrileña. La última fue el Campeonato de Madrid de mi categoría, cadete. No lo recuerdo con exactitud, pero creó que quedé en 7ª u 8ª posición (nota: fue 5ª en 3000m y 6ª en 1500m obstáculos en 2017). Aquel año miré con emoción las codiciadas plazas de pódium. Las veía lejos. Era, de nuevo, un reto. Un reto magnífico para la siguiente temporada. Cuando ésta comenzó, siendo yo ya juvenil, me prometí ocupar una de las tres primeras plazas. Aquel año gané mis primeros títulos autonómicos, y participé también en mis primeros campeonatos de España. Fui cuarta en Antequera, en pista cubierta, y sexta en Murcia, en el cross. En aquel momento dejé de imaginar que volaba … para empezar verdaderamente a hacerlo.

Isidro Rodríguez es tu entrenador, quien guía tus pasos en cada entrenamiento. ¿Cómo le conociste y cuánto tiempo llevas entrenando con él?

Más que conocer yo a Isidro, diría que Isidro me conoció a mí. Imposible no hacerlo. Quién no conocería a la única niña que pedía calentar 20 minutos en vez de 15, que se enfadaba cuando los entrenamientos se cancelaban por culpa de la lluvia, y cuyo mejor plan para la tarde del viernes era bajar a entrenar. Isidro vio pronto en mí a una niña que disfrutaba tremendamente corriendo. Que igual a veces no tenía la técnica más depurada. Sigo sin hacerlo. Pero que de verdad quería. Vio en mí ganas de crecer y me brindó el empuje que necesitaba para dar el estirón final. Empezamos pronto a entrenar juntos. Yo tenía 16 años. Aunque estaba dejando de ser una niña, seguía siendo rebelde como la que más. Me gustaba ir a mi aire. Decidir por mí misma. Que no me impusieran. Isidro nunca intentó cambiarme. Me dejó tropezarme y aprender a pedir ayuda. Me la dio cuando me hizo falta, y se convirtió en una pieza fundamental del puzzle.

Con Isidro, su entrenador

¿Os compenetráis bien, os entendéis a la perfección?

Lo hemos hecho siempre. Isidro ha estado a mi lado en cada uno de los momentos importantes de mi vida. En los buenos para recordarme “lo feliz que me haces”, y en los malos para ayudarme a dejarlos atrás. Somos dos personas, pero funcionamos como una. Yo soy la que mueve las piernas, que para eso son mías. Pero él es el que les da cuerda. Isidro siempre ha sido más de radio que de “tele”, y sabe cómo sintonizar exactamente en mi frecuencia. Yo, a veces, soy rockera, y me acelero. Él, que es más de clásica, echa el freno. Y, así, pedaleando los dos, llegamos lejos.

De las diferentes sesiones que te prepara, ¿cuáles son las que más te gustan y motivan y cuáles las que menos?

Me encanta correr. Salto cada día de la cama con la ilusión de ir a entrenar. He aprendido a disfrutar de cada entrenamiento. Al principio no lo hacía: valoraba únicamente poder ir rápido. Lo más rápido posible. Con el tiempo he ido adquiriendo conciencia, captando el sentido. Me divierten mucho las series cortas. Darlo todo. Parar. Repetir. Así muchas veces. Me gustan los rodajes largos: descubro cosas de mí misma que antes desconocía. Dialogo mientras se suceden los kilómetros. Disfruto de los cambios de ritmo, porque cuando acabo uno pienso en ir más rápido en el siguiente. Y en el siguiente. Y en el siguiente. Este año he empezado a hacer series de verdad, series de fondista. Mis primeros 2x4000 o 1x8000. La satisfacción que he sentido después, al mirar mi reloj y los ojos de Isidro, testigos ambos de estos maravillosos principios, hacen que estas sean mis series favoritas. Cuando Isidro me anuncia el menú del día, suelo decir “¡Anda, justo mi entrenamiento favorito!”

El atletismo es un deporte en apariencia simple y sencillo, pero que necesita de constancia, voluntad y tiempo para llegar a un nivel similar al tuyo. ¿Te resulta fácil organizarte día a día para compaginar deporte y estudios?

Siempre he sido multitarea. Me gusta aprovechar el tiempo al máximo, y es algo que he hecho desde bien pequeña. Durante la etapa escolar, compaginar ambas facetas no entrañó una dificultad excesiva: estudié lo justo hasta los dos últimos años, cuando la perspectiva de la Selectividad en el horizonte hizo que me empleara a fondo. Con el paso a la Universidad, la cosa se complicó un poco. Acostumbrada a la burbuja del colegio, y al diez, tuve que aceptar que hay ocasiones en las que uno debe conformarse con un siete. En ese aspecto, el año pasado, que fue el primero, supuso todo un reto. Un reto a nivel intelectual, evidentemente, pero también a nivel físico y logístico. Aprendí muchas cosas, de las que vienen en los libros, y de las que no. Este año, que estoy en segundo, me encuentro más relajada. Es cierto que mis días se reducen fundamentalmente a entrenar, estudiar e ir a clase. Pero es algo que yo he elegido. Y que me hace feliz.

 

Campeonato de España Sub18 pc (Antequera 2018)

En la actualidad estudias 2º de Física en la Universidad Complutense de Madrid. ¿Cómo lo llevas? ¿Vas bien de ritmo?

¡Sí! Superado el primer curso, ya puedo decir con pleno derecho que soy estudiante de Física. Como soy inquieta y curiosa por naturaleza, la elección de la carrera universitaria fue algo que no tuve claro hasta el último momento. Me han gustado siempre las Matemáticas, pero también la Filosofía o la Lengua. De pequeña me divertía hablar en otros idiomas, e incluso iba a una academia de pintura. A día de hoy, nada me hace tan feliz como correr. Pero, del mismo modo que el atletismo es para mí alimento físico, la Física es alimento intelectual. Me encanta ir a clase cada tarde (yo entreno por las mañanas), sentarme en mi sitio de la segunda fila (dejé en su día la primera libre porque parecía muy de “empollones”), estar con mis amigos y aprender cada día muchas cosas que antes desconocía. Cuando empecé, me propuse ir a curso por año. Misión cumplida durante el primer curso. Complicada, pero cumplida. Ahora, en este segundo curso, empiezo a proyectarme como futura física. Soy consciente de que estoy todavía en un estadio primigenio del proceso de aprendizaje. Pero disfruto mucho. Me gusta y me exige, pero también me recompensa. 

Cuando acabes la carrera universitaria, ¿de qué forma te gustaría poder sacar provecho a los estudios y labrarte una carrera profesional?

Creo que aún es pronto para tener una idea clara al respecto. He asimilado esto de “partido a partido”, y mi partido más inmediato es acabar segundo. Me gustaría hacerlo a la primera, sin recuperaciones. Después, empezar tercero. Ir formándome y adquiriendo competencias progresivamente. Como en el atletismo: una carrera de fondo. Me atrae la investigación, pero soy consciente de que para poder desarrollar algo verdaderamente mío, primero tengo que entender lo que otros han desarrollado antes.

¿Has pensado en la posibilidad de tener que elegir durante unos años entre las zapatillas y una potencial profesión como física?

Pensarlo quizá, pero, desde luego, no considerarlo. Yo quiero seguir corriendo. Llegar lo más lejos posible. Pero sin abandonar las restantes facetas. En este caso, la Física, que es la carrera que elegí en su día. Nunca sabré hasta dónde podría llegar si me dedicara únicamente a correr, aunque creo que no sería demasiado lejos: hay muchas flores en el jardín y quiero seguir regándolas todas, porque su belleza reside, precisamente, en que crecen juntas. Arrancar alguna sería marchitarlas todas. Tampoco dejaré nunca de correr por dedicarme a la Física en exclusiva. La virtud está en el equilibrio, y en el mío ambas facetas actúan de contrapeso.

Campeonato de España de campo a través por clubes Sub20. Soria 2020. Foto Sportmedia

A día de hoy, ¿hay alguna firma deportiva o de cualquier otra índole que colabore con tu carrera deportiva?

Bueno, la firma más importante es la firma “GM”: Gómez-Menéndez. El sello de la casa. Sin mis padres nada sería posible. Durante esta temporada, además, he contado con la ayuda de Joma. Siempre voy bien vestida y calzada, y, además, ahora estoy aprendiendo a ir conjuntada, según dice Isidro. También he podido seguir creciendo gracias a Team Manager Calatayud, que puso el ojo en mí en Soria y me ha apoyado desde entonces.

Para 2022 sigues en el club Suanzes San Blas. Háblanos de tu club y de vuestras posibilidades en las diferentes competiciones a nivel de clubes.

Para 2022, por supuesto, pero también para los años venideros. Sigo en Suanzes porque yo soy Suanzes. Es un club pequeño en medios, pero muy grande gracias a las personas que lo forman. Un club en el que, por encima de los atletas, priman las personas. Quizá en este momento yo sea la cara más visible, como en su día lo fue Fernando Carro. Pero, detrás de los nuestros, hay muchos otros nombres que no resuenan tanto. Hay mucha ilusión y mucho trabajo de base. Muchas horas a pie de pista. Entre semana y fuera de ella. Este año, por primera vez, un atleta del club ha participado en un Campeonato de Europa de Cross (¡Yo!). Es un impulso para seguir creciendo juntos. Y una prueba irrefutable de que, muchas veces, para llegar lejos no es necesario salir de casa. Mi club es la mía. No sé hasta dónde podemos llegar, pero sí que, allá donde sea, lo haremos juntos.   

Para terminar, define a Claudia Gómez Menéndez en tres palabras.

Voy a mezclar mis dos pasiones: “Pequeño lagrangiano trotamundos”. Pequeño porque, aunque este año haya crecido mucho en todos los aspectos, sigo siendo algo muy pequeño. Lagrangiano porque es un término físico que he aprendido este curso, una especie de función que permite analizar un sistema y estudiar su movimiento. Yo soy el lagrangiano de mi propio sistema. Y, por último, trotamundos… ¡creo que no necesita explicación!

Campeonato de España Sub20 (Vallehermoso-Madrid 2020) Foto Sportmedia

6 comentarios:

  1. Gran persona, muy profesional. Estamos muy orgullosos de ella.

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    1. Yo no la conocía y me ha encantado. Promete mucho en todos los sentidos. Disfrutad de ella

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    2. Rubén no pensaba no pensaba lo mismo

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    3. Rubén no pensaba lo mismo*

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  2. Todo un ejemplo de comportamiento, sacrificio y humanidad. Muy orgulloso y feliz de tenerla como alumna en la UCM

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    1. Da gusto comprobar que personas y atletas como Claudia despiertan orgullo y felicidad entre quienes la rodean. Cuidadla, también, en la UCM

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