Manuel Pancorbo Chica
Natural de Torredelcampo, Jaén
Nacido el 7 de julio de 1966
Especialidad: 1.500m., 3.000m. y 5.000m.
Clubes: Zeus y Larios-Airtel
Presidente del Club Unicaja Atletismo
Mejores Marcas Personales
1.500m.: 3.34.03.- Niza 1997
Milla: 3.52.96.- Oslo 1993
2.000m.: 4.58.28.- Roma 1995
3.000m.: 7.31.59.- Oslo 1998
5.000m.: 13.08.44.- Roma 1998
10.000m.: 28.05.86.- Lisboa 2000
Historial Nacional
Campeón de España de 5.000m. al aire libre.- 1998
Campeón de España de 3.000m. en pista cubierta.- 1998
Campeón de España de 5.000m. al aire libre.- 1997
Campeón de España de 1.500m. en pista cubierta.- 1994
Historial Internacional
28º en el Campeonato del Mundo de Cross Corto .- Vilamoura 2000
11º en el Campeonato del Mundo de 5.000m. al aire libre.- Sevilla 1999
Subcampeón de Europa de 5.000m. al aire libre.- Budapest 1998
Subcampeón de Europa de 3.000m. en pista cubierta.- Valencia 1998
Campeón Iberoamericano de 1.500m. al aire libre.- México 1998
27º en el Campeonato del Mundo de Cross Corto.- Marrakech 1998
Medalla de bronce por equipos en el Campeonato de Europa de Cross.- Ferrara 1998
9º en el Campeonato del Mundo de 5.000m. al aire libre.- Atenas 1997
14º en su semifinal de 5.000m. en los Juegos Olímpicos.- Atlanta 1996
6º en su serie de 5.000m. en el Campeonato del Mundo al aire libre.- Göteborg 1995
11º en el Campeonato del Mundo de 1.500m. al aire libre.- Stuttgart 1993
11º en 1.500m. en los Juegos Olímpicos.- Barcelona 1992
8º en el Campeonato del Mundo de 1.500m. en pista cubierta.- Budapest 1989
Nacido el 7 de julio de 1966
Especialidad: 1.500m., 3.000m. y 5.000m.
Clubes: Zeus y Larios-Airtel
Presidente del Club Unicaja Atletismo
Mejores Marcas Personales
1.500m.: 3.34.03.- Niza 1997
Milla: 3.52.96.- Oslo 1993
2.000m.: 4.58.28.- Roma 1995
3.000m.: 7.31.59.- Oslo 1998
5.000m.: 13.08.44.- Roma 1998
10.000m.: 28.05.86.- Lisboa 2000
Historial Nacional
Campeón de España de 5.000m. al aire libre.- 1998
Campeón de España de 3.000m. en pista cubierta.- 1998
Campeón de España de 5.000m. al aire libre.- 1997
Campeón de España de 1.500m. en pista cubierta.- 1994
Historial Internacional
28º en el Campeonato del Mundo de Cross Corto .- Vilamoura 2000
11º en el Campeonato del Mundo de 5.000m. al aire libre.- Sevilla 1999
Subcampeón de Europa de 5.000m. al aire libre.- Budapest 1998
Subcampeón de Europa de 3.000m. en pista cubierta.- Valencia 1998
Campeón Iberoamericano de 1.500m. al aire libre.- México 1998
27º en el Campeonato del Mundo de Cross Corto.- Marrakech 1998
Medalla de bronce por equipos en el Campeonato de Europa de Cross.- Ferrara 1998
9º en el Campeonato del Mundo de 5.000m. al aire libre.- Atenas 1997
14º en su semifinal de 5.000m. en los Juegos Olímpicos.- Atlanta 1996
6º en su serie de 5.000m. en el Campeonato del Mundo al aire libre.- Göteborg 1995
11º en el Campeonato del Mundo de 1.500m. al aire libre.- Stuttgart 1993
11º en 1.500m. en los Juegos Olímpicos.- Barcelona 1992
8º en el Campeonato del Mundo de 1.500m. en pista cubierta.- Budapest 1989
En poco margen de tiempo se celebran en la provincia de Jaén dos de sus más importantes eventos atléticos: la Milla Internacional “Manuel Pancorbo”, en Jaén, y el Cross del Aceite, en Torredonjimeno. ¿Qué significan estas dos pruebas en la vida de Manuel Pancorbo?
Mucho, ya que en ambas he colaborado durante muchos años y también las he visto nacer. La milla nació como “Milla de Otoño Ciudad de Jaén”, recuerdo que la pusimos en marcha y el primer atleta de élite contratado en ella fue el desaparecido Teófilo Benito. Tras unos años se dejó de celebrar y la recuperé en el año 93, le ofrecí al Ayuntamiento intentar hacer este evento con una gran cantidad de patrocinio privado y una pequeña aportación pública. Esto fue posible y en la década de los 90 conseguimos traer a la élite del atletismo nacional e internacional. A día de hoy se hace con un presupuesto mucho más humilde, pero lo bueno es que ya van 25 ediciones de un nivel muy aceptable.
Salida de la Milla de Jaén
En cuanto al Cross del Aceite, ayudé a su fundador en la contratación de atletas, contratación por decir algo, ya que en los inicios el presupuesto para esta partida era mínimo, pero mis compañeros de la época eran comprensivos y ayudaron a que este cross naciera y progresara con el tiempo. Para mí, como atleta, era una competición especial que abría mi temporada atlética, al igual que el Memorial Higueras de Andújar en septiembre era el cierre a la temporada. Me he sentido muy querido en este pueblo y, a su vez, parte importante en el desarrollo de este Cross, ya que Gabriel Risquez, su fundador, así nos lo hizo sentir a todos los que le ayudamos en aquellos años. En las dos últimas temporadas no tengo ninguna vinculación con el mismo, las personas que habíamos colaborado durante toda la vida del Cross estamos fuera, pero lo importante es que siga en el calendario.
¿Cómo nació la idea de que en Jaén se organizara una milla que llevara tu nombre como homenajeado?
Como he dicho antes, fue a posteriori. En la segunda andadura de esta competición los responsables del Patronato Municipal de Deportes en esa época decidieron que llevara mi nombre, supongo que por mi implicación en la misma y por mi relevancia como atleta en ese momento.
Uuuuffff, ¡cuánto nivel en esa Milla!
¿Es fácil sacar adelante una competición de estas características? ¿Qué resulta más complicado?
En estos tiempos no es fácil, lo más complicado es conseguir presupuesto para poder afrontar todos los gastos. En cuanto a la organización, es un tema que ya está muy trillado y se hace fácil, hay personas muy validas que lo sacan adelante. Pero el dinero cada vez es más difícil de conseguir, tanto a nivel privado como público. En la actualidad es el PMD de Jaén el que hace la mayor aportación, con una pequeña partida privada, pero, por supuesto, con presupuestos muy austeros. Curiosamente la cosa se ha invertido (más público, menos privado).
¿Echas en falta algo más en la prueba que lleva tu nombre?
No, creo que el objetivo se cumple, sobre teniendo en cuenta el momento en el que estamos. Este evento nació para estimular a los niños de las escuelas deportivas, tanto con una competición para ellos como con un espectáculo deportivo de primer nivel, viendo a los atletas de alto nivel en la milla de élite. Esto se está cumpliendo, nos ajustamos a los números que hay para la contratación de atletas y la cosa sale fenomenal.
Tú, debido a tu condición inicial de mediofondista, has participado en innumerables millas. ¿De cuáles guardas mejores recuerdos? ¿Por qué?
Para mí de la que mejor recuerdo es de la de Jaén, porque tenía un seguimiento especial y acudía mucho público que me seguía en esa fecha. También he corrido millas muy importantes como la de Nueva York y su Quinta Avenida, y la mayoría del calendario nacional pero, como he dicho, para mí la de Jaén es especial.
Está claro que cuando una carrera recibe el nombre de un atleta suele ser por motivos más que justificados. En tu caso, el historial deportivo y humano ha sido fundamental, pero todo tiene un comienzo, un punto de partida. ¿Cómo fueron tus primeras zancadas en el mundo del atletismo?
Con doce años corrí mi primera carrera. Hasta entonces soñaba con correr, sobre todo me ilusionaba cuando veía un programa en televisión que se llamaba Torneo. Participaban colegios de toda España y me habría gustado pertenecer a uno de esos colegios. Mi primera carrera la corrí un 1 de mayo. Con la transición se empezó a festejar el día del trabajador y en mi pueblo, Torredelcampo, con motivo de esta fiesta, se hizo la primera carrera popular. Recuerdo que mis vivencias en los días previos a esta prueba fueron iguales a las que he vivido después en grandes eventos: nervios, ilusión, ganas de competir, así estuve varias semanas y, a su vez, entrenándome por mi cuenta. Como dato anecdótico, contaré que llevaba mucho tiempo detrás de que mi madre me comprara un chándal, pero en aquella época esta prenda deportiva no era habitual en una casa. Mi madre se resistía a comprármela, pero cuando se enteró de que correría la carrera me compro el chándal para que corriera con él, ya que decía que tenía las piernas muy flaquillas. En fin, cosas de la época.
Tú creciste como atleta envuelto en el atletismo de los años 80, una época que vivió un impulso fundamental para nuestro deporte. ¿Qué recuerdos guardas de aquellos años en el que nuestros mediofondistas y marchadores, sobre todo, daban brillo a nivel internacional al atletismo español?
Yo crecí admirando a González, Abascal, Coe, Ovett. No me perdía una carrera de ellos. Por suerte, eran otros tiempos y podíamos ver todas las grandes citas narradas por el gran Gregorio Parra. Esos grandes mítines de atletismo me encendieron la mecha para darlo todo en la pista e intentar emular las gestas de éstos, a los cuales tuve la oportunidad de enfrentarme posteriormente.
Tus logros como corredor de campo a través te llevaron a recalar en un histórico Club Larios. ¿Qué supuso para ti la llamada de un equipo que tan ejemplar trayectoria marcó en el atletismo de los años 80 y 90?
Club Larios, la verdad es que haber pertenecido a esta entidad para mí ha sido fundamental, ha sido mi segundo y último club y, desde el primer día, me encontré como en mi casa. Además, la profesionalidad de esta estructura era envidiable. A día de hoy lamento que clubes de esta categoría no estén en el panorama nacional. Había una dirección ejemplar, un trato exquisito para los atletas, a los que se les trataba de dar todo el soporte necesario para desarrollar sus entrenamientos: médicos, fisioterapeutas, cobro mensual sin falta ni retraso en ninguno de los años o meses en los que estuve en sus filas. Siempre pongo como anécdota que jamás, en todos esos años en el club, llegó el talón a mi casa después del día 30 de cada mes. Esto, hoy en día, a mí, que presido un club de atletismo, me da envidia, ya que las estructuras de clubes y el momento actual no permiten estas circunstancias. En lo deportivo fue una época brillante para el atletismo español, conseguimos ganar siete años la Copa de Europa de clubes y, por conseguirlo tantas veces casi seguidas, nos la quedamos en propiedad. Se me ponía el vello de punta al ver todas las plaquitas que había en aquella copa que, año tras año, teníamos que llevar de vuelta hasta que la conseguimos en propiedad. Las plaquitas recordaban a todos los clubes ganadores de la misma a lo largo de la historia de la Copa de Europa y clubes legendarios de todo el viejo continente.
Hasta ese momento, ¿cuáles habían sido los clubes en los que militaste?
Un único club, el Zeus de Jaén, que posteriormente se llamó Club de Atletismo Caja de Jaén y que hoy es el club de Atletismo Unicaja.
El atletismo es uno de los deportes más universales, que llega a más lugares y al que llegan deportistas de los más diversos orígenes. Tú eres natural de Torredelcampo, un pueblo de unos 15.000 habitantes de la provincia de Jaén. ¿Fue en algún momento un problema para ti o tu carrera provenir de un lugar alejado de los grandes centros atléticos del momento?
No, no fue un problema. De hecho, uno de los dirigentes del club Zeus en aquella época decía: “Los de pueblo a fondo, los de ciudad a velocidad o saltos”. Esto, en la época actual, se puede entender también desde dos puntos de vista. Primero, la falta de instalaciones hace más fácil trabajar disciplinas de medio fondo y fondo en pueblos, y las capitales o centros donde hay pistas posibilitan poder trabajar las otras disciplinas. El segundo punto de vista, la capacidad agonística de la gente de pueblo, en los que todo es más difícil y se fortalece más el espíritu de sacrificio. Además, en aquella época no sólo teníamos como actividad ir al colegio, sino que también había que ayudar en casa, sobre todo en la labores del campo.
¿A qué se puede deber si en las grandes urbes suele ser más común encontrar buenas instalaciones e infraestructuras deportivas?
Supongo que a los presupuestos que manejan en infraestructuras, o a la sensibilidad de los mandatarios en cada momento para con el deporte en general y, sobre todo a la hora de ser justos y equilibrar las instalaciones deportivas de la ciudades. Está claro que no es el caso de mi ciudad, ni mi provincia, donde tenemos dos pistas de atletismo. Jaén capital es la única capital de provincia que no tiene una pista de atletismo de 8 calles, y eso que somos uno de los clubes más importantes de Andalucía y de España. No hemos tenido un mundial de atletismo y tampoco nos hemos beneficiado de ello. Supongo que la mediocridad, o la poca sensibilidad para con nuestro deporte, de los que nos han dirigido en estos 30 años ha hecho que estemos al mismo nivel en instalaciones atléticas que hace tres décadas, aunque durante todo este tiempo hayan existido planes que podían haber cambiado esto. Por ejemplo, han construido campos de fútbol de hierba artificial en toda la provincia y al atletismo nos han obviado. En fin, no nos merecemos los que nos ha tocado, y que cada palo aguante su vela.
¿Pertenecías a algún grupito de entrenamiento o no te quedaba otra que entrenar más en solitario?
La mayoría de mi carrera deportiva entrenaba solo. En la época que viví en Madrid por estudios, hicimos un grupo de gente fantástico, que, aunque entrenábamos con entrenadores diferentes, coincidíamos en muchos rodajes y lo pasamos bastante bien: Roncero, Ríos, Anacleto, Vicente Capitán, Chema Martínez, Alberto García, Pedro Trejo y muchos mas salíamos todas las mañanas desde la Blume al grito de “Salen Muchos, llegan Pocos”, o “A Dolor “. Buenos tiempos y muchas risas.
No me extraña que salieran muchos y llegaran pocos ... vaya plantel ...
¿En qué momento te viste obligado a alejarte de tu tierra natal para desplazarte a Madrid?
Sí, desde el 95 al 2000, para estudiar la carrera de fisioterapia.
Cuando te retiraste, en 2001, algunas de tus primera palabras fueron dedicadas para tu familia, a la que considerabas “gran sacrificada de tu carrera deportiva”. ¿Era muy duro separarse de tu esposa e hijos para irte a entrenar y competir fuera?
Sí, sobre todo al final de mi carrera. Recuerdo que mi hijo mayor dijo un día a su madre en el parque, “mamá, ¿por qué los domingos vienen todos los padres al parque menos papá?”. Cuando me lo contó mi esposa me llegó al alma y algo empezó a cambiar en mí. Está claro que un atleta entrena todos los días, la mayoría de ellos doble sesión. Si quieres progresar tiene que ser así y si pones toda la carne en el asador llegan los resultados. No vale eso de hoy es domingo, romería, cumpleaños o está lloviendo. Cuando llovía decíamos “el agua, cuando llega al pellejo, escurre”. Cuando antes comentaba de broma que entrenábamos al grito de “a dolor” algo de cierto hay. No hay otro camino, el mono de trabajo puesto 11 meses al año para pensar en un objetivo.
Merecido homenaje
¿Cuánto tiempo podías pasar sin verles en muchos de los casos?
No mucho, cuando más en alguna concentración o campeonato, pero no más de 2 ó 3 semanas.
¿Es cierto que a tu hijo mayor te lo llevaste a la concentración previa al mundial de Sttutgart de 1993 cuando tenía tan sólo 15 días de vida?
Pues sí, me parecía un momento muy importante como para estar lejos de ellos. Recuerdo que nació y me tuve que marchar a competir a Barcelona y Niza, dos carreras seguidas, y a la vuelta me lo planteé. Lo hablé con Mercedes, mi esposa, y como ha sido muy buena compañera lo entendió y tiramos para adelante. Después le pregunté a los médicos y me dijeron que era posible, por lo que no me lo pensé, a pesar de que la abuela de ella no compartía mucho mi decisión. Después recuerdo que mi hijo tuvo cólicos de lactante y le dimos alguna mala noche a algunos de mis compañeros/as, como por ejemplo Maite Zúñiga. Eso es mamar el atletismo desde muy pequeño, por eso ahora le ha calado tanto y disfruta tanto entrenando, supongo…
En la ceremonia de apertura del europeo de Budapest 98 hubo un infiltrado, su hijo Manolo
Precisamente, en ese Campeonato del mundo finalizaste en la 11ª posición en una carrera para el recuerdo. ¿Cómo recuerdas aquellos años compitiendo con gente de tantísimo nivel como Fermín Cacho, Nourredine Morceli, Hicham El Guerrouj y tantos otros?
En ese campeonato yo le comenté a Cacho que mi resultado era mejor que el suyo. En Barcelona conseguí el mismo puesto y Cacho ganó, por lo tanto al ser el segundo en Sttugart perdió un puesto en relación con Barcelona, pero yo me mantuve. En realidad, creo que he tenido una gran suerte al competir con varias generaciones de grandes mediofondistas, unos en mis inicios, González, Abascal, Coe, Cram, Ovett ,Said Aouita, y, posteriormente, Cacho, Morceli, El Guerrouj, Reyes Estevéz, Viciosa, Molina, Anacleto, muchos grandes atletas que han escrito maravillosas tardes de gloria del atletismo mundial.
Aunque muchos puedan pensar que no es tan complicado, no es fácil para un mediofondista participar en dos Juegos Olímpicos. En tu primera participación eras uno de nuestros representantes en la final, nada más y nada menos, de 1.500m. considerada por muchos como una de las carreras que nos ha aportado las mejores imágenes de la historia para el atletismo español, la de los Juegos Olímpicos de Barcelona. ¿Cómo viviste tú aquella experiencia olímpica?
Ahora que he tenido la oportunidad de revivirla con el 20º aniversario de los Juegos tengo que decir que parece que fue ayer y que fue una experiencia inolvidable. Vivir unos Juegos en tu casa, con el apoyo del público, sobre todo en eliminatorias y final, ya que en la salida de la final todo el estadio gritaba “Cacho, Cacho”, menos mi amigo Juan Ramón Moya, también gran atleta que intentaba hacerse oír gritando mi nombre. Fueron geniales todas las carreras, aunque muy duro, sobre todo el debut, por la mañana y sin apenas haber dormido por los nervios. A medida que iba pasando rondas y llegué a la final me sentía con opciones de medalla, sobre todo porque había hecho una gran temporada, con buenos resultados en todas las carreras del Gran Prix y, la verdad, estaba muy confiado e ilusionado. Además, como la sensación en la Villa era que las medallas caían como churros, me preguntaba por qué para mí no iba a caer una. Luego la realidad fue otra. La carrera se adaptaba a mis condiciones, pero las fuerzas se habían acabado y Cacho hizo una carrera magistral, que si Chessire no se aparta lo habría atropellado.
El 1.500m. español casi siempre ha sido nuestra prueba estrella y a mediados de los 90 más si cabe, contando con un elenco fabuloso de atletas nacionales capaces de estar entre los mejores del mundo en cualquier competición. ¿Tuvo esa gran densidad de atletas al más alto nivel en tu decisión de dar el salto al 5.000m.?
Después del Campeonato de Europa de Helsinki 94, donde fui sexto, con Cacho primero y Viciosa segundo, me planteé el paso al 5.000 para tener más opciones de hacer algo grande en un campeonato. Me fijé en Dieter Baumann, de quien creo que tenía una condiciones parecidas a las mías y había conseguido ganar a los africanos en Barcelona 92. Esto hizo que siguiera manteniendo la ilusión y la tensión y en el año 95 debuté en 5000 con 13.15 en mi primera carrera. Esto, por supuesto, me hizo ilusionarme más aun. Después llegó el gran cambio del fondo mundial y si no bajabas de 12.50 no te comías un colín, pero bueno, estoy contento.
Viendo tu historial y tus marcas resulta fácil concluir que acertaste de pleno: tus marcas de 3.000m (varias cercanas a 7.30, con 7.31.59 de mejor marca) y de 5.000m. (13.08.44) así lo atestiguan. ¿Te resultó complicado llegar a este nivel de marcas?
No, no me costó. Yo creo que el hacer en invierno el cross como base y, además, que me defendía bien en esta disciplina, me ayudó. Yo, personalmente, creo que era un corredor de 3000m., puesto que tengo mejor marca que en 1500m, y 5000m. La verdad es que con la marca de 3000 yo esperaba poder bajar de 13.00, pero luego la pista decía otra cosa. Siempre se me dieron bien las distancias largas. Recuerdo que tanto mi debut en 5000, con un buen registro, como el de 3000, que fue en Jerez en el año 89, en la última prueba de la temporada, con 7.45, eran marcas muy buenas para un debutante. En esa fecha el récord de 3000 lo tenía José Luis González con 7.42.
La gran mayoría de ellas fueron conseguidas en los mejores mítines del mundo, como la Golden Gala de Roma o los Bislett Games de Oslo. ¿Cómo te sentías compitiendo en lugares tan mágicos para la historia del atletismo?
Ya te lo puedes figurar. Para los que hemos mamado el atletismo de la época anterior a la mía y la mía, donde veías por televisión los estadios llenos de público que no paraba de animar, encontrarte allí era un estímulo que hacía que se te fueran las piernas.
¿Se percibía la atmósfera tan especial que suelen relatar los atletas en el Estadio Bislett de Oslo?
Por supuesto. Yo he corrido allí tanto 1500 ml., 3000 ml. y la famosa “Milla de Ensueño”. El estadio enmudecía cuando estabas en la salida para empezar a gritar en el momento de oír el tiro. Bufff, se me pone el vello de punta y me dan ganas de salir a hacer unos miles.
¿Alguna vez has pensado en por qué en nuestro país no somos capaces de conseguir competiciones tan atractivas para el público como en ciertos países de Europa?
Competiciones atractivas hemos tenido y creo que bastantes. Recuerdo el Mitin de Sevilla, el “Núñez Blanca” de Granada, Barcelona, La Coruña o Madrid. Otra cosa es el público y los que nos dirigen. Yo he visto Riazor lleno de público viendo atletismo, o el Mundial de Sevilla, o el Estadio de Vallehermoso en el Mitin de Madrid, etc. También he visto cómo se cargan un estadio público como el de Riazor, de buenas a primeras, porque las botellas no llegaban al campo a dar a los árbitros o a los jugadores. En fin, esto es cuestión de educación deportiva. No quiere decir que el atletismo haya llenado siempre, pero que viendo sociedades más avanzadas que la nuestra, y a los tiempos actuales me remito, sí que han demostrado que los estadios son compatibles para alternar con varios deportes, como por ejemplo el Estadio Olímpico de Roma, donde juega la Roma y se hace Atletismo; Turín, con dos equipos de fútbol alternando el estadio como la Juve y el Torino; Munich, donde, durante muchos años, el estadio olímpico fue el estadio del Bayern y de otro equipo de primera alemana. En definitiva, sociedades que, además de formar a personas en el mundo del deporte, hacen compatibles las instalaciones. Ahora me centro en lo que comenté anteriormente: nosotros, en Jaén por ejemplo, ¿cómo vamos a llevar público al estadio si no tenemos? En su momento se hizo un estadio para el fútbol exclusivo para un equipo de segunda división. ¿Cómo vamos a ilusionar al público si no tenemos ni una grada donde se puedan sentar? A pesar de que nos empeñamos en hacer cosas esto es impensable, somos un país de eyaculadores precoces, gastamos mucha fuerza de cara a la galería, pidiendo Campeonatos del Mundo, Juegos Olímpicos etc. Se emplea mucho ímpetu al principio y sin ninguna continuidad, como por ejemplo pasa con el estadio de Sevilla sin uso. ¿Sigo? NO, que ME ESTOY CALENTANDO. Vamos a otra cosa, que esto es muy largo de hablar, y, además, muy frustrante.
Tarde mágica de atletismo en el Estadio de Vallehermoso
¿Qué valor tienen para ti las medallas de plata conseguidas en los europeos de pista cubierta de Valencia 98 y de Budapest 98?
Mucho, porque han sido muy perseguidas durante toda mi carrera, la de Budapest sobre todo, ya que la sensación que tuve al terminar era que había hecho todo lo posible para ganar y no había podido ser. Por lo tanto, estaba muy contento. Sin embargo, de Valencia no acabé tan contento, ya que creo que no hice bien las cosas.
¿Crees que en nuestro país se sabe dar la importancia que se merecen éxitos como esos?
Yo creo que en su momento sí que lo tuvimos, yo de eso no me puedo quejar. Tuvimos mucho seguimiento en mi época y fueron buenos tiempos por eso. Patrocinadores, muchas carreras televisadas…En fin, creo que nuestra época estuvo bien. Ahora es distinto, es más difícil conocer a nuestros atletas, no hay pruebas televisadas y esto influye en todo en general, es una lástima porque, en muchos casos, sus esfuerzos no se ven recompensados.
Ahora estamos viviendo momentos complicados a nivel económico y social. El atletismo no iba a ser menos y está sufriendo grandes recortes en los fondos destinados a todas las facetas del mismo. Algunos atletas del más alto nivel se plantean si merece la pena seguir dándolo todo para recibir muy poco. Algunos no tienen muchas posibilidades de asegurarse un mundo fuera del atletismo. Cuando tú te encontrabas en una situación similar, en cuanto a decidir retirarte del atletismo de élite, ¿qué te pasaba por la cabeza?
La verdad es que yo tuve la suerte de vivir una buena época, con el Larios detrás. Además, había muchos patrocinadores y muchas carreras donde cobrar buenos fijos. Junto a las becas, la verdad es que se podía uno dedicar al 100 % y programar tus estudios para que cuando terminaras tu carrera deportiva estuvieras formado para afrontar el resto de tu vida. Ahora entiendo que todo esto es diferente. Un atleta, para rendir, tiene que tener un apoyo detrás para que no tenga que pensar en su futuro incierto. El deporte de alto rendimiento no se puede hacer a medias tintas. Un ejemplo, cuando yo estudiaba lo hacía en ratos libres, mi profesión era ser atleta y si me sobraba tiempo me sacaba alguna asignatura, no perdía ni un minuto de descanso ni nada que perturbara mi profesión. Esto lo hacía posible el apoyo que tenía que, por supuesto, no era sólo moral, sino también económico. En el momento en el que tienes la cabeza pensando en otra cosa que no sea hacer 3.29.00 estás perdiendo potencial. El binomio de mitad atleta, mitad currante, o mitad estudiante, difícil, muy difícil, ¡¡aunque Héroes también hay!!
Afortunadamente, como bien comentas, te fuiste labrando un futuro aparte de las carreras. Estudiaste Fisioterapia. ¿Te fue fácil reprogramar tu vida hasta dedicarte a las terapias manuales?
Sí, sobre todo porque gracias al deporte tuve la suerte de conocer a grandes maestros, gente que me trató y de los cuales aprendí no sólo la forma de trabajar, sino también el buen trato, la comprensión con el paciente. La complicidad que tenías con ellos te llevaba a confesarte y contarles todo lo tuyo. Luego, cómo no, tienes que amar la profesión para poder trabajar en ella todos los días. Posiblemente el dedicarme a esto nada mas terminar mi vida deportiva me haya ayudado a no añorar esa vida de ensueño. Sí, sí, de ensueño, a pesar de los machaques.
¿Cómo marcha el negocio hoy en día?
Hasta hoy, como le suelo decir a un cliente que me pregunta “Manolo, ¿da esto para comprar cortijos?” para comprar cortijos no da, pero, por suerte con los tiempos que corren, conseguimos pagar las hipotecas a final de mes.
Hace un momento hablábamos de tu familia, de tus hijos. Precisamente el mayor de ellos, al que te llevaste de concentración siendo sólo un bebé, siguió tus pasos e intenta llegar todo lo alto que pueda en el atletismo. ¿Qué especialidad practica Manolo y qué posibilidades tiene de ser uno de nuestros mejores atletas?
Hace mediofondo, y tiene posibilidades, sobre todo porque por sí solo ha entendido que si quieres conseguir algo no tienes que escatimar esfuerzo. Él, como comenté antes, se pone el mono 11 meses al año y es bastante espartano. Además, creo que le apasiona y está haciendo grandes amigos en este mundo, por lo tanto la semilla está creciendo y ahora hay que cuidarla y labrarla para que llegue a dar un fruto excepcional.
La genética es un grado
Para alguien que se ha movido tanto por el mundo como tú no debe de resultar muy fácil quedarse parado cuando la actividad deportiva cesa. Además de tu profesión como fisioterapeuta, formas parte del equipo directivo de la Real Federación Española de Atletismo. ¿Cuál es tu cometido en su estructura?
Estoy en la Junta de Gobierno de la RFEA y, junto con el resto de miembros de la Junta, intentamos marcar las directrices para que el atletismo funcione lo mejor posible en España. Es una tarea muy bonita, aunque en estos momentos muy difícil. Hasta las elecciones de la pasada semana he estado como vocal, intentando aportar otro granito de arena a este deporte.
Esta temporada estamos viendo como algunos equipos están teniendo dificultades para mantener la categoría. ¿Cómo está la salud del Unicaja-Caja de Jaén?
Es momento de ajustes, y nosotros los vamos a hacer. Está claro que hay que ser muy conscientes de los presupuestos que manejamos y que no debemos permitir ni la mínima desviación negativa de los mismos. Para eso nos tenemos que comprometer todos, desde los que dirigimos el club hasta el último de los atletas. Si no es así, peligrarán las estructuras de los clubes. Nosotros, por suerte, seguimos contando con el mismo apoyo de UNICAJA, pero, sin embargo, las subvenciones públicas vienen con recortes importantes: la Junta de Andalucía nos recortará un 40 %, cuando hace dos años nos recorto otro 40; la RFEA ha venido haciendo recortes en torno a un 15-21% y para la próxima temporada parece que será mayor; y la FAA, por consiguiente, tanto por lo que viene de la Junta de Andalucía como de la española hace que aplique más recortes. Del resto de administraciones igual. Por lo tanto, hay que intentar manejar muy bien los números y no incurrir en déficits que hagan morir nuestro deporte, hay que aguantar, que tienen que venir tiempos mejores. También tenemos que tener claro que lo que invertimos es lo que recogemos, por lo tanto al día siguiente de los Juegos o grandes campeonatos no nos tenemos que rasgar las vestiduras.
¿Cuáles son los objetivos que os habéis marcado para esta temporada que ya da sus primeros pasos?
Primero, que nuestro proyecto siga evolucionando en sus categorías menores, fomentando a tope las escuelas.
En segundo lugar, que nuestros equipos masculino y femenino sigan en División de Honor, ya que son los que estimulan a los chicos/as para mirarse en ellos y crear las ganas de competir en estas categorías.
¿Es fácil poder sacar a buenos atletas en los tiempos que corren?
Nunca es fácil sacar buenos atletas, en los tiempos que corren menos. Nosotros lo vamos a intentar desde las escuelas, creando el espíritu de mucho trabajo, que tan necesario es para llegar, sobre todo para los que empieza, ya que los que ya están los vamos a intentar apoyar en la medida de nuestras posibilidades para que lo intenten al 100%. Vamos a tratar de buscarles medios y que puedan trabajar con tranquilidad para perseguir sus metas, siempre teniendo claro que necesitamos un mínimo de 12 a 15 años para sacar un atleta. Mucho tiempo, ¿no?
Publicado por Jesús Francisco Aguilera Moreno
Le recuerdo en algunas de sus actuaciones y por ende por sus marcas, logradas con el ímpetu que lo hacía y la competencia que estaba a su lado, permitiendo con ello llegar a ser uno de los mejores atletas españoles de su época. De lo poco que puedo deducir de la entrevista, forma parte de estos atletas que además de lograr excelentes marcas, expresan humanidad. Ojalá lo transmita a su hijo y pronto tengamos el nombre de Pancorbo de nuevo en la élite de nuestro atletismo. Le deseo, como gran conocedor que es de los problemas actuales, que su aportación y trabajo sea ejemplo para otros atletas y todos juntos podamos iniciar una nueva "carrera" en la historia del atletismo español.
ResponderEliminarEra un atleta que enganchaba, que llegaba. Ahora sólo queda que siga contribuyendo a que nuestro deporte siga creciendo, a que los atletas jienenses sigan saliendo y que, por supuesto, su hijo Manolo nos dé muestras de lo que la genética y el trabajo duro pueden conseguir.
EliminarMuchas gracias por tu visita y tus palabras
hola manolo, mihijo daniel bayona es un nuevo socio del unicaja jaen,que consejo le darias con 15 años que tiene.
ResponderEliminarGuay os recomiendo fisioterapeuta jaen
ResponderEliminarOs recomiendo https://www.clinicadanireig.com
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