Zoila Gómez

Marcas personales

5.000mts.: 15´57´´93 (Walnut, California, 2.004)

10.000mts. 32´47´´31 (Walnut, California, 2.002)

20 Kms: 1h09´04´´ (New Haven, Conneticut, 2.006)

Medio Maratón: 1h13´11´´

Maratón: 2h32´51´´ (Chicago, 2.010)

4ª en el Maratón de Boston 2.008 (Trials EEUU)

3ª en el Campeonato EEUU de Maratón 2.006

3ª en el Campeonato EEUU de 20 Kms 2.006

6 veces campeona nacional NCAA Division II

Maratones

Nueva York 2.005: 2h41´43´´

St. Paul 2.006: 2h35´26´´

Osaka 2.007: 2h44´49´´ 

Chicago 2.008: 2h35´41´´ 

Berlín 2.009: 2h42´49´´ 

Rotterdam 2.010: 2h33´51

Chicago 2.010: 2h32´51´´ 

Daegu 2.011: 2h46´44´´Tu prueba, el maratón, fue la que ha rompió el hielo en el calendario competitivo de los Campeonatos del mundo de Daegu, ¿qué balance haces de tu actuación? ¿Y del equipo USA de maratón?

 

En lo personal, la prueba pasó de ser un reto físico y mental a un reto mental y emocional. El haber conseguido balance emocional y haber disfrutado del recorrido, a pesar de saber que mi meta personal estaba fuera de mi alcance, considero que fue una experiencia de crecimiento personal con mucho éxito. Al kilómetro 10 sentí que todo estaba en su lugar y sabía que, si todo seguía así, lo que me esperaba al final de la prueba era la marca (2:36) anhelada. Al kilómetro 15 el Plan A tiene que cambiar y en ese momento sólo anhelo seguir avanzando para llegar a la meta. Puedo decir que, a pesar de no haber conseguido la marca y el puesto anhelados, me sentí sumamente agradecida y feliz por lo vivido durante esas 2h46min y, lo más importante, haber llegado a la meta. 

Como equipo, estoy muy orgullosa del resto de mis compañeras. Las primeras tres desempeñaron un papel fenomenal. Lucharon hasta el último puesto. Colleen (Colleen De Reuck), a pesar de haber tenido problemas estomacales en los últimos 10km., jamás se dio por vencida y llegó a la meta. 

La prueba comenzó a una velocidad relativamente tranquila pensando, sobre todo, en las duras condiciones de humedad en que se disputaba. ¿Cuáles fueron tus sensaciones durante los 42,195 kilómetros?

 

Durante los primeros 5km era muy consciente de las condiciones de humedad. Después del kilómetro 15 comencé a tener problemas con mi costilla derecha, lo cual me obligó a bajar el ritmo. Aun con un ritmo relativamente bajo, al kilómetro 25 pude  notar que, comparado con otros maratones, la necesidad de tomar líquidos era mucho mayor. Algo que me mantuvo siempre firme en alcanzar la meta fue la cantidad de gente que salió a apoyarnos durante el recorrido. Niños, jóvenes, familias, señores y señoras de la tercera edad. Los diferentes grupos de  baile y música tradicional.  Jamás olvidaré la pasión, cariño y respeto con los que la gente coreana gritaba “Fighting, ánimo, vamos, da lo mejor”. 

¿Y al acabar? 

Aun con el ajuste que tuve que hacer en el ritmo, los últimos kilómetros se fueron haciendo más difíciles. La falta de líquidos era mayor. La humedad se hizo notar. Lo único que me mantuvo en pie fue los espectadores y el hecho de saber que no estaba allí sólo por mí, sino por mi equipo, niños y jóvenes con los cuales he trabajado y por todo un país al cual estaba representando. Sin duda, al final la ilusión de cruzar la meta fue lo que me mantuvo alerta y firme los últimos kilómetros.

¿Cómo prepara un maratoniano una prueba tan exigente, en pleno verano, con una humedad tan elevada? 

Con mucha ilusión, fe y disciplina. Saliendo a entrenar día tras día. Acumulando kilómetros semana tras semana. Sabiendo que llegarás a la competencia lo más preparado posible.   

¿Dónde has llevado a cabo tu preparación? 

En mi caso, entreno en Alamosa, Colorado, a una altitud de 7544 pies (2.299 metros) sobre el nivel del mar, donde los veranos son la mejor temporada del año. Por las mañanas las temperaturas son perfectas, al mediodía el calor está al 100% y por las tardes el clima es ideal para recuperar. Por cuestiones de trabajo, mi preparación la hice en Alamosa usando ropa extra en algunos de los entrenos para simular la humedad. Y algunos días salía a rodar a mediodía, cuando las temperaturas estaban más altas. También viajé a Korea 10 días antes de la competencia para el campamento con el equipo estadounidense para ajustarme al clima y cambio de horario.

Una vez cumplida tu misión, ¿cómo disfrutaste de las distintas jornadas de competición?

Ante todo soy una fanática del equipo de atletismo estadounidense.  Así que todos los días de competición me aseguré de llegar al estadio con las pilas al 100%, lista para animar a mis compañeros. Aparte, no dudé ni un segundo en  salir y disfrutar de la colorida ciudad de Daegu y su gente.

¿Cómo resultó la actuación del equipo estadounidense?

 

Como todo equipo, el equipo estadounidense tuvo sus altas y sus bajas. Afortunadamente, hubo varios atletas que sorprendieron y ganaron medallas que no estaban predichas. El defender tu título como el mejor equipo del mundo en Daegu no fue nada fácil ni imposible. Es un orgullo haber visto cómo día a día el equipo  comprobó que es el mejor al haber sido el equipo con mayor medallas en el campeonato.

Todo el mundo habla muy bien del pueblo surcoreano, de los voluntarios, de las personas que están en torno al campeonato mundial, ¿cuál es tu percepción al respecto?

Lo viví en carne propia y puedo decirte que son las personas más atentas  y honestas que jamás haya conocido en mi corta vida.  En el metro siempre había alguien que se ofreciera a guiarte, en el mercado no faltaba quien te ofreciera un aperitivo, en la Villa no faltaban las sonrisas, la atención y cortesía.  No sólo los voluntarios  y las personas que estaban en torno al campeonato mundial fueron maravillosos, sino el pueblo  surcoreano en general.

¿Crees que en los países occidentales tenemos cosas que aprender de ellos? 

 La honestidad. Durante mi estancia extravié mi cámara en dos ocasiones y esas dos ocasiones la cámara fue devuelta. Sin duda, la honestidad es algo que podemos aprender de ellos.  El espíritu de cooperación es incomparable. Como mencioné antes, cuando estuve fuera de la Villa visitando la ciudad, nunca faltó alguien que quisiera guiarnos o darnos una mano. Sin duda, el trabajar en equipo marca la diferencia. Y eso es lo que los hace diferentes. En Daegu la gente trabajó en equipo. ¿Cómo olvidar el grupo de personas que se encargaba de la limpieza, o el grupo que se encargó del comedor, o el salón de belleza? En fin, no terminaría de dar tantos ejemplos. Sin duda, la unión hace la fuerza, y los surcoreanos son gente muy unida: algo maravilloso que podemos aprender de ellos.

No es la primera vez que compites en Asia, no en vano participaste en el maratón del mundial de Osaka en 2.007, ¿cómo se trata a los maratonianos en una zona en la que el maratón es casi una religión?  

Te tratan con mucho respeto y admiración. En cuanto se enteran de que eres maratonista su expresión de asombro y felicidad de estar frente a ti es como si estuvieran frente a su cantante favorito. Jamás olvidare los últimos 5 minutos del maratón en Osaka. Antes de llegar al estadio la gente gritaba eufórica “Gambale, gambale”. Parecía como si pudieran sentir tu dolor físico, pero, a la misma vez, la satisfacción de saber que llegarás a la meta. El entrar en el estadio fue mágico, los espectadores se quedaron a recibir hasta el último participante. Lo mismo ocurrió en Daegu. Parecía como si la gente viviera contigo cada paso, cada respiro. No en vano continúo tratando de conquistar el maratón.

¿Cómo es el público a la hora de animar en una prueba en la que tanto bien hace el apoyo de la gente para poder alcanzar la meta?

 

El publico es único, especial, mágico. Ves desde al niño más pequeño hasta la persona más adulta apoyándote. Puedes sentir su cariño, su afición, respeto y amor al maratón. Para ellos lo más importante es vencer al maratón llegando a la meta. 

Un poco de historia para nuestros lectores. ¿De donde  eres originaria?

 

Soy originaria de un pueblo minero en el centro de la República Mexicana. Nací, crecí y viví en Charcas, San Luis Potosi, México hasta la edad de 16 años. 

¿En qué momento decidiste caminar hacia EEUU, “el país de las oportunidades”?  

Fue a los 16 años, cuando me gradué de la preparatoria y no pasé mi examen de admisión a la Universidad Autómoma de San Luis que se me dio la oportunidad de viajar a los Estados Unidos a aprender inglés. Uno de mis sueños de niña era aprender inglés y algún día compartir con los americanos “Gringos”. Así que en aquel entonces  me encontraba muy ilusionada por  la oportunidad de quedarme en Estados Unidos por al menos un años para aprender inglés.

¿Cómo fueron tus inicios en un país como Estados Unidos?

 

Mis inicios fueron muy solitarios, sin amigos, frustrantes por no poder expresarme al 100% a causa del idioma. Mi primer año lo pasé  aprendiendo inglés básico en una escuela para adultos donde la menor era yo. Cuando decidí quedarme en Estados Unidos a aprender inglés estaba dispuesta a dejar mis amigos, mi familia, porque sabía que uno de mis sueños estaba a punto de realizarse, aprender inglés.  En ese entonces, mi plan A era al año regresar a México para completar mis estudios universitarios. Mi motivación  y ganas de aprender me ayudaron a aceptar que el cambio no iba a ser fácil. Lo más difícil fue aprender a convivir conmigo misma, entender que si quería aprovechar esta oportunidad aceptaría que iba a ver muy poca atención por parte de mis hermanos, ya que ellos ya tenían un trabajo y otras responsabilidades.  

¿Y cómo comenzaste en el mundo atlético en tu país de acogida?

 

Al año lo planes cambian y decido quedarme otro año más en Estados Unidos, entrar a la preparatoria con el fin de practicar mi inglés.  Es aquí cuando, durante una clase de Educación Física, mi maestra notó que tenía cierta habilidad para correr y me animó a formar parte del equipo de atletismo. Desde ese momento el resto es historia.

Estados Unidos es un país con muy buena fama por su buena estructura deportiva universitaria, ¿hasta qué punto las distintas universidades apoyan a sus distintos equipos deportivos?  

Es increíble, admirable, la cantidad de apoyo por parte de las universidades. Si tienes buenas calificaciones y tienes habilidad para el deporte las becas son casi seguras.  Gracias a ese apoyo yo logré desarrollarme como atleta y, a la vez, conseguir mi título universitario gracias a  una beca completa de atletismo.

En cuanto al atletismo profesional, ¿cómo puede un atleta de alto nivel subsistir sin tener que tener una dedicación profesional aparte del deporte?  

Es muy difícil para un atleta de alto nivel subsistir si no tiene un contrato de firmas comerciales, beca o trabajo. Si trabajas mucho te arriesgas a terminar lesionado y no rendir al 100%. Profesionalmente hablando, tienes que llevar un estilo de vida muy estricto y disciplinado. Es, aunque muchos no lo crean, un trabajo completo que para subsistir sin firmas tienes que hacer ajustes económicos y llevar un estilo de vida sencillo. La paga viene cuando te toca viajar a competencias internacionales y representar a tu país. Y, en lo personal, ese es un privilegio que no tiene precio.

¿Existe apoyo del gobierno o de las distintas administraciones públicas en formas de becas o ayudas para vuestra formación o profesión?  

Para las nuevas generaciones existen las becas  de atletismo universitarias. Estas becas promueven la educación y la formación. Ya después de graduado, existen becas no gubernamentales de diferentes organizaciones que los atletas pueden solicitar. También existen muchos grupos de élite en diferentes estados de la nación donde se te ayuda con vivienda, comida, equipo, etc. Aunque hay mucha ayuda, afortunadamente, también hay muchos atletas con la ilusión de armarla en grande, así que muchas veces también es cuestión de suerte o de las conexiones que tengas. La Federación de Atletismo Estadounidense ofrece becas para aquellos atletas que están en las listas de los primeros a nivel mundial y nacional en su evento.

 En tu caso, ¿tú vives al 100% gracias al atletismo?

No, desde el 2006 he podido sobrevivir gracias a la beca que In The Arena me da por mis horas de servicio comunitario. También me ayuda mucho el hecho de que comparto gastos de vivienda con mi hermana menor, que tiene un trabajo de tiempo completo. Sin querer, ella se ha convertido en una firma anónima. Ya si me va bien en alguna competencia lo que gano ya es ganancia.

¿Cuentas con apoyos de distintas firmas comerciales? 

Por el momento la única firma que me apoya con producto hasta finales de este año es  Power Bar. En cuanto a mi equipo de entreno como zapatillas, Mizuno se ha comprometido verbalmente el pasado mes de junio a echarme una mano hasta finales de este año.

Para quien no lo sepa, tú formas parte de In The Arena, explícanos en qué consiste la labor de vuestra organización en general y la tuya dentro de la misma.

 

In The Arena es una organización no gubernamental que se encarga de conectar a la juventud con atletas profesionales con el fin de crear carácter y comunidad. La organización trabaja a base de donaciones, ya sean personales o de fundaciones. Cada atleta pude recibir una beca conforme a las horas de servicio comunitario que realice.  El atleta tiene la opción de hacer como máximo 500 horas al año de servicio comunitario. La organización le paga al atleta mensualmente de acuerdo a las horas de servicio comunitario que se comprometió a hacer. Cada atleta se encarga de diseñar su propio programa siempre y cuando sea con jóvenes y niños. La manera en que funciona esta organización es fenomenal porque la organización, tanto donantes como la comunidad, el atleta y los niños ganan.

En mi caso, yo estoy comprometida a servir 500 horas al año. Este es mi segundo año consecutivo con mi programa de tutoría después de la escuela con niños de mi vecindario. Normalmente, nos reunimos de lunes a jueves de 4:30 a 6:00 p.m en la oficina principal de los apartamentos donde vivimos. Aparte, doy pláticas motivacionales cuando se me requiere en las escuelas locales. También acudo a eventos escolares y deportivos durante el año escolar. 

¿Cómo es el día a día de una persona luchadora como tú rodeada de niños y adolescentes rebosantes de ilusión?

El estar rodeada de mis niños y adolescentes es una bendición.  Ellos son mi luz, mi fuerza, mi motor principal. Por ellos, y gracias a ellos, continúo en el atletismo. Gracias a ellos tengo los dos mejores trabajos del mundo. Día a día cada uno de estos niños me recuerda lo afortunada que soy al tener la vida que llevo. Me recuerdan que una vez fui como ellos; que una vez anhelé tener un tutor o mentor que me guiara y creyera en mí. In The Arena, mi entrenador y mi familia han creído y creen en mí. Ellos me han ayudado moral y económicamente a mantenerme firme y seguir en busca de mis sueños, en busca de mi historia personal. Puedo decir que mi día a día se complementa cuando se que mis niños llegarán a su escuela con su tarea terminada. O que al menos estuve allí el día en que uno de ellos necesitaba un abrazo o un “creo en ti”, justo como muchos mentores lo han hecho conmigo a través de los años.

¿Qué se espera de esos chavales?

 

Que aprendan que está bien pedir ayuda, que  sepan que no están solos. Es importante que se den cuenta de que son capaces de realizar sus sueños, de continuar con sus estudios y que en un futuro ayuden y apoyen a nuevas generaciones.

¿Cómo ven ellos que alguien como tú, que has representado a su país en distintas competiciones internacionales, esté luchando por ellos y apoyándoles día tras día?

 

Mis niños me ven con mucho respeto y cariño. Primeramente, para muchos de ellos soy su amiga, su maestra, su tutora, su inspiración. Es maravilloso ver lo orgullosos y privilegiados que se sienten de tener una tutora que es inmigrante como ellos, que viene de una familia humilde, que creció en un pueblo pequeño y que hoy por hoy tiene un titulo universitario, el trabajo ideal y la oportunidad de conocer lugares y gente maravillosa gracias al atletismo. Me alegra leer las notas de reflexión de los jóvenes cuando, después de escuchar mi historia, se sienten motivados y listos para afrontar cualquier situación.  Para mí eso ya es un gran éxito.

¿Qué crees que el deporte en general y el atletismo en particular les puede aportar a esos chicos?

Como les digo a los niños y adolescentes: el deporte te puede llevar tan lejos como tú quieras que te lleve. Lo más importante es que el deporte te brinda salud física y emocional. Puede pagar tus estudios universitarios. El atletismo puede cambiar el rumbo de tu vida. Conoces gente nueva, viajas a competencias, aprendes a ser disciplinado. Eres parte de algo especial y compartes con chicos que te motivan a aspirar a más.  Aprendes a conocerte y apreciarte a ti mismo.

Tu prueba, el maratón, es de las más exigentes del calendario atlético internacional, ¿cómo fue tu participación en tu primer maratón?

 

Fue en el 2005 en el maratón de Nueva York. Terminé en el 20º lugar en 2h41´43´´.  Fue un gran reto, ya que el maratón lo terminé corriendo prácticamente sola.

¿Qué sensaciones tenías antes y después del mismo?

 

Antes estaba muy emocionada, era mi primer maratón y no podía creer que hubiese sido invitada a un maratón tan prestigiado. En realidad todo para mi fue nuevo. En aquel momento no comprendía lo que un maratón significaba.  Lo único que sabía era que tenía que seguir las instrucciones de mi entrenador. Sabía que mi entrenador no me daría algo que mi cuerpo no pudiera aguantar. Así que esa era mi mentalidad. Si mi entrenador cree que puedo lograr un buen desempeño se que lo puedo lograr. Y después me llegó el sentimentalismo. Cuando mi hermana y yo regresamos al hotel lo primero que hice fue llorar a moco tendido. Creo que fueron lágrimas de felicidad, ya que había completado uno de los maratones mas prestigiados y difíciles del mundo. Además de haber corrido con las mejores maratonistas del mundo, pude compartir la experiencia con mi hermana menor. El hecho de que las dos pequeñas de 16 hijos fueran parte del Maratón de Nueva York fue como estar viviendo un cuanto de hadas. 

 
Los organizadores escogieron mi historia para compartirla el día del maratón a nivel mundial. Aquí en video:

¿Cuáles son tus aspiraciones atléticas? ¿Hasta dónde crees que puedes llegar y hasta dónde te gustaría llegar? 

Mi sueno atlético es participar en una olimpiada. Y romper la tan aclamada barrera de las 2h30´ en el maratón. Creo que ambas metas están a mi alcance. Aspiro a seguir conociendo y aprendiendo del maratón, de mí misma y de la gente que me encuentro en el camino. Deseo seguir  promocionando el atletismo por medio de  mis historias y  continuar motivando a nuestra juventud.

Comparando algunos entrenamientos de maratonianos europeos con los de atletas estadounidenses o australianos he observado una serie de diferencias un tanto notables. A grandes rasgos, ¿cuáles son los pilares fundamentales de tu preparación para un maratón?  

Alto kilometraje, dos sesiones al día 5 días a la semana. Dos días a la semana rodajes largos. Descansos sólo cuando el cuerpo dice “Las piernas no ruedan más”.

¿Cuál es tu maratón preferido? 

El selectivo para el equipo Olímpico en el 2008, en Boston.  

¿Por qué?  

Termine en 4º lugar, así que quedé como alterna para Pekín. Gracias a internet, es la primera vez que miembros de mi familia en México me vieron correr por primera vez. Mi entrenador estuvo en persona para apoyarme. Mi hermana menor no me dejó ni un momento sola. Las personas que me han apoyado económicamente desde el 2006, Amory Rowe, la fundadora de In The Arena y su esposo David Salem, también estuvieron allí apoyándome. Todo lo que había visualizado se hizo realidad ese día, sin duda un día donde el maratón y yo congeniamos. Terminé con mi mejor marca y como alterna para el equipo olímpico. 

¿Cómo se vive desde tu punto de vista el formar parte de mejor equipo de atletismo del mundo?

 

Se vive con mucho entusiasmo, mucho positivismo, mucha buena vibra. Es algo espectacular, un regalo maravilloso. Confirmas que no estás sola y que no eres una “loca”. Te das cuenta de que el trabajo, la perseverancia y la dedicación son los que marcan la diferencia. Que para ser el mejor tienes que dedicarte al 100%, que los detalles más simples cuentan. El ser parte del mejor equipo del mundo me confirma que todo sacrificio vale la pena; que mientras unos atletas tienen su mejor día, otros  no; que en muchas ocasiones es cuestión de suerte; y que sin importar los resultados, el hecho de ser parte de este equipo ya te hace ganador. Es un privilegio ir conociendo poco a poco al ser humano tan maravilloso que cada atleta lleva por dentro.

¿Qué atletas son tus referencias?

 

Aparte de aportar muchísimo al deporte y ser grandes atletas todos ellos son grandes seres humanos. Deena Kastor, Fabián Roncero, Germán Silva, Meb Keflezighi y Haile Gebrselassie.

Déjanos unas palabras de aliento para todos los que amamos nuestro deporte.

Ante todo mil gracias por haberme dado la oportunidad de compartir con tus lectores mi experiencia. Y a los lectores gracias por tomarse el tiempo de conocerme un poco más. Esta entrevista no llegó a mí sólo porque sí. Es la primera vez que un español me entrevista. Seguro que mamá estará feliz cuando le dé la noticia. No creo en las coincidencias, creo en las señales, creo en los sueños. Creo que todos tenemos la misma oportunidad de alcanzar nuestras metas, de hacer nuestros sueños realidad. Muchos de mis sueños (viajar por el mundo y conocer gente maravillosa) se han hecho realidad gracias al atletismo. Para ello he tenido que dedicarme, trabajar, creer, ser, soñar, caer y levantarme una y otra vez. Te invito a que tú también luches por tus sueños sin  temor a caer. Cuando uno cae, Dios te está dando la oportunidad de crecer y le da la oportunidad a alguien más a que venga, te levante y te anime a seguir. El éxito no se marca por el lugar en que quedaste o por lo que lograste, sino por lo que aprendiste, compartiste y viviste en el transcurso de esa jornada. ¡Te invito a que descubras el éxito por ti mismo, te encantará! No dejes de ser tú mismo, no dejes de  soñar y luchar por tus sueños, no dejes de creer en ti. Como le digo a todos mis niños: ¡Se, Sueña y Cree!