Yago Lamela

Mejores Marcas

Salto de longitud: Pista Cubierta: 8,56 metros (Maebashi 1999) 

                Aire Libre: 8,56 metros (Turín 1.999)

Triple Salto: 16,72 metros (Castellón 1.998)

Historial Internacional

Juegos Olímpicos: Sidney 2.000: Eliminado en la calificación 

            Atenas 2.004: 11º clasificado

Campeonatos del Mundo al Aire Libre: Sevilla 1.999: 2º

París 2.003: 3º

 Campeonatos de Europa al Aire Libre: Múnich 2.002: 3º

Campeonatos del Mundo en Pista Cubierta: Maebashi 1.999: 2º

Birmingham 2.003: 2º

Campeonatos de Europa en Pista Cubierta: Vienna 2.002: 2º

¿Cómo estás, Yago? Hace unos días hemos podido ver en una entrevista que estás muy recuperado tras el susto que diste hace unos meses, ¿qué ha cambiado desde entonces hasta ahora?

Me he recuperado muy bien. Ahora estoy motivado con mi proyecto de terminar mi carrera y ampliar mis estudios en el extranjero, el ambiente académico me atrae bastante. Soy una persona curiosa y con ganas de aprender cosas nuevas.

Hace unos días ha concluído el Campeonato del Mundo de Atletismo, celebrado en Daegu, ¿lo has seguido de alguna manera? 
 

He seguido las pruebas que mas me gustan, que son los 100m y la longitud, son pruebas que no me puedo perder.

¿Qué te ha parecido en líneas generales? ¿Y la participación española?

Creo que en casi todas las pruebas el nivel ha sido altísimo y eso lo ha pagado un poco la participación española, aunque tengo entendido que no teníamos muchas posibilidades de medalla.

En tu prueba, el salto de longitud ha vencido, por cuarta vez, un viejo conocido tuyo, Dwight Philips, que te birló el oro en el mundial bajo techo de Birmingham 2003 por sólo 1 cm. y en Paris 2003 saltando sólo 10 cms más que tú, ¿qué recuerdos tienes de aquellas finales?

Pues de estar preparado para el oro y solamente poder rozarlo. Recuerdo estar contento, pero un poco frustrado por no haber podido conseguir ese oro que tanto ansiaba, claro que la competencia de Philips era muy fuerte. 

En cualquier deporte es muy complicado llegar a la élite. En el atletismo, al ser individual, se añade un plus de dificultad. Tú fuiste mejorando poco a poco, consiguiendo medallas en sub-23 y demás. Sin embargo, en la temporada invernal de 1.999 mejoras en 42 cms tu mejor marca obtenida en el verano anterior. ¿Cómo llegaste hasta esos 8.56? ¿Hubo cambios significativos en tu preparación?

Bueno, durante mis años mas jóvenes, hasta los 19-20 años, mis entrenamientos eran bastante ligeros, de hecho yo hablaba con mi entrenador y le preguntaba que cuándo íbamos a entrenar fuerte. En el invierno de 1999 entrené con una determinación muy especial al ser el mundial en Sevilla y mejoré mis parámetros de fuerza, velocidad, etc. muchísimo a base de trabajo duro. Es decir, empezamos a entrenar en serio.

                                                           Récord de Europa indoor 8,56 metros. Maebashi 1.999

¿Cómo fue para ti aquella antológica final de Maebashi 1999 en la que poco a poco fuiste poniendo contra las cuerdas a uno de los más grandes como Iván Pedroso?

Tenía 21 años y la verdad es que verme allí con mi ídolo Pedroso ya me emocionaba, así como con otros saltadores que hasta entonces sólo había visto en televisión. En mi primer salto estaba nervioso, aun así se midió en 8.10m. Entonces, me di cuenta de que podía sacar unos saltos muy largos ese día. Pedroso comenzó con 8.46 y yo seguí mi propia competición, olvidándome del resto porque, sinceramente, no me veía a su nivel en el fondo y, sencillamente, pretendía sacar todo lo que tenia dentro. Así salió el 8.56 y mi primera medalla internacional.

¿Qué supuso para ti y tu entorno pasar de ser un muy buen saltador a ser de los mejores del mundo en una temporada inolvidable para nuestro atletismo?

El juego cambió mucho, pasé de ser un saltador amateur, que lo hacia por gusto, a profesional, con contratos, teniendo que dar cuentas a la prensa de mis actuaciones. Es decir, mucha más presión y ya, en cierta medida, para mí dejó de ser tan divertido.

¿Se celebran de alguna forma especial unas medallas como las obtenidas en Maebashi y Sevilla o te tienes que contener pensando en siguientes competiciones?

Después de aquel año estaba exultante. Además, sólo tenia 22 años, pensaba en un futuro a largo plazo y en poder disfrutar de la alta competición muchos años.

Al obtener unos éxitos tan rotundos, ¿llegas a percibir algún cambio en tu entorno o en el entorno federativo que confirme la creencia popular de que cuando todo va bien se arrima más gente de la deseable?

No demasiado. Sí que se me acercaba gente ofreciéndome cosas extrañas que se salían del juego que yo quería jugar.

¿Qué cosas extrañas te ofrecían y por qué no las aceptaste?

Cosas extrañas como supuestos mánagers que no tienen nada que ver con el atletismo, que te prometen grandes contratos y grandes beneficios. Tambien un supuesto medico se me acercó para darme la tarjeta de un medico de EEUU que se dedicaba a tratar farmacologicamente a deportistas de alto nivel. Esto segundo me hizo bastante gracia porque me pareció un poco de pelicula, la tarjeta acabó en 4 cachos en el primer cubo de basura que encontré. Yo estaba contento con cómo me iban las cosas de manera natural y aquéllo se alejaba bastante de mi etica deportiva. De hecho, con Azpeitia, con quien conseguí un record de europa y 2 platas mundiales, no tomaba ni siuquiera suplementos de la dieta como podrían ser aminoácidos, vitaminas, creatina. La idea que me gustaría transmitir es que es perfectamente posible ser un atleta de alto nivel, conseguir medallas y batir records de manera totalmente natural y "sana", dentro de lo sano que puede ser el entrenamiento de alto nivel. Como yo he conocido muchos otros atletas que conocía íntimamente y actuaban tambien de esta manera y lograron enormes exitos. Yo creo que dentro del equipo nacional es la tendencia que se sigue. Hay excepciones, sin duda.

Cuando te veías en lo más alto, ¿hasta dónde sentías que eras capaz de llegar?

En las épocas en que mejor forma estuve, especialmente 2 ó 3 competiciones en las que me vi capaz de saltar un buen trozo por encima de 8.56. Desgraciadamente, las lesiones, como las que puede tener cualquier otro atleta, me alejaron de ello.

En aquellos momentos igual no te dabas cuenta, pero ahora, echando la vista atrás, ¿sientes que en algún momento llegaste a tener los pies alejados del suelo? (y no me refiero a cuando saltabas, sino a tu vida en general)

No, al revés. Yo era un chico muy tímido y llevaba muy mal la atención, me creaba mucha tensión, así que en realidad intentaba alejarme de ella todo lo posible. Mi vida personal, antes, durante, y después del atletismo, en realidad se ha desarrollado para bien, en parte pasando momentos muy malos que me hicieron aprender.

Desde que llegaste al atletismo, ¿siempre quisiste ser saltador o pasaste por otras modalidades?

Mi prueba favorita era el triple salto, era la prueba para la que más talento tenía, pero con 18-19 años la dejé porque me daba muchísimos problemas en los tobillos. Principalmente, el problema es que el triple salto es la prueba más técnica y dura del atletismo y hay pocos entrenadores que sepan entrenarla adecuadamente en España, por no decir casi ninguno. De lo contrario, ¿por qué nuestro récord es aún 16.97?. Yo he visto cómo gente española con mucho talento para el triple desaparecía por lesiones, problemas de técnica y entrenamientos no adecuados que las crean.

¿Por qué elegiste nuestro deporte en lugar de otros, en teoría, más populares o practicados?

Por mi forma de ser, tendía a estar más cómodo en deportes individuales y yo destacaba más corriendo que jugando al fútbol o al baloncesto. Así empezó todo, corriendo crosses desde los 8 años hasta los 11. Después vas probando otras pruebas y vas descubriéndote deportivamente.

¿Tenías algunos ídolos o atletas a los que querías emular o parecerte?

Dos. El primero, Carl Lewis, era el paradigma de la elegancia, talento etc. El segundo, Iván Pedroso, el mejor saltador de longitud que ha existido. Yo desarrollé mi forma de saltar, mi técnica basado en parte en ellos dos, adaptándolo a mi forma natural de saltar. Para mí fue un honor poder participar con Ivan Pedroso en mundiales.

Evidentemente, tú llegaste a ser y serás como un ídolo para muchos chavales que dan sus primeros saltos, que hacen sus primeras carreras, ¿qué te gustaría decirles a ellos?

Pues sencillamente que disfruten de lo que hacen, que se pongan metas asequibles y entrenen duro, pero dejando que su talento natural surja por sí solo.

Desafortunadamente, en una disciplina tan exigente como el salto de longitud las lesiones suelen estar a la orden del día, ¿hasta qué punto marcaron tu carrera deportiva?

Totalmente. Con 26 años, cuando estaba en plena progresión entrenando con Blanquer, uno de los mejores entrenadores del mundo, uno de mis tendones se estropeó y, a partir de ahí, surgieron una cadena de lesiones graves que hicieron que dejara de poder volver a saltar. Aun así, estoy contento con todo lo que pude hacer. Hay chicos que con 18 años tienen graves lesiones y no pueden desarrollarse deportivamente, yo estoy agradecido por el tiempo que pude disfrutar del deporte de alto nivel.

¿Tú crees que, en tu caso, pudo influir el hecho de pasar a doblar sesión para que las temidas lesiones aparecieran? ¿Y el hecho de cambiar de entrenador?

Bueno, el hecho de empezar a doblar sesión pone el cuerpo más al limite. Claro, que teníamos un equipo de físios, masajista, médico para las recuperaciones. En aquella época, con Blanquer, antes de lesionarme, estaba progresando increíblemente, y teníamos puestos los ojos en marcas muy altas, pero claro, cuando juegas en el limite puedes perder. En parte me culpo a mí mismo, tendía a entrenar con excesiva intensidad, a poner el 110% en cada entrenamiento, cuando realmente no era necesario o incluso contraproducente. No supe regularme adecuadamente y en gran parte eso me llevó a lesionarme.

Cuando estabas en lo más alto, ¿sentías que estaba correspondida tu dedicación con los ingresos obtenido por patrocinadores y becas?

Sí, tuve mucha suerte. Me sentí, además, muy protegido por la Federación, que se portó conmigo siempre genial.

¿Qué pasa por la cabeza de un deportista de élite cuando las lesiones no te dejan dar el 100% en los entrenamientos y en la competición?

Pues en buscar la solución. Buscar los mejores medios para poder solucionar lo que esté yendo mal. Eso trae estrés y frustración cuando se alarga mucho.

En estos días se está hablando mucho de “debacle en el atletismo español”, de que está necesitado de cambios, de que se ha fracasado en Daegu, ¿tú lo ves tan mal o piensas más en que ha sido algo puntual?

Yo creo que en general el nivel en el mundial ha sido muy alto. El nivel del equipo español es bueno, pero no suficiente, es lo que tenemos. No creo que sea ninguna debacle, en cualquier momento pueden salir 3 ó 4 cracks que nos traigan medallas a casa en mundiales u olimpiadas.

¿Sueles seguir las distintas competiciones atléticas? ¿Cómo ves el panorama en las disciplinas de saltos en nuestro país?

Veo que hay jóvenes muy buenos, en el futuro seguro que nos darán más de una sorpresa.

¿Qué ha sido de tu vida desde que, saturado, cansado de intentar volver a ser el que eras, decidiste dejar el atletismo?

En principio comencé otros proyectos que, por razones ajenas a mí, salieron mal. Entonces caí en una crisis depresiva de la que me he recuperado bastante rápido gracias a dios y estoy motivado con otras cosas. A medida que pasan los años desde mi ultima competición, empiezas a ver aquéllo como si fuera de otra vida. El cuerpo y la mente se adaptan a la nueva situación, es ley de vida.

¿Cómo te gustaría encauzar tu vida para sentirte plenamente satisfecho con lo que haces?

Desarrollando otras aptitudes que tengo y que me motivan, también siendo más cercano a las personas, ya que yo tendía a ser bastante distante e introvertido y creo que merece la pena conocer a la gente y aprender de ellos.

¿Te gustaría tener algunas palabras o recuerdo especial desde estas líneas para alguien en particular?

Bueno, ahora me acuerdo principalmente de mis 2 entrenadores, Juanjo Azpeitia y Rafa Blanquer, a los que tengo un gran afecto y siempre les tengo presentes. Especialmente Rafa me ayudó a salir de un momento en que estaba muy estancado y a dispararme como un cohete, estoy convencido de que si hubiera podido seguir 3 o 4 años mas con él habríamos hecho cosas increíbles. Espero que las cosas le vayan genial de ahora en adelante.