El año
2021 está a punto de acabar. Suele ser momento de echar la vista atrás y hacer
resumen. Ignoro si lo has hecho ya o si no suele ser una práctica a la que
recurras. No obstante, echemos la vista al 1 de enero de 2021. ¿Qué análisis
haces de estos casi 365 días transcurridos?
Sinceramente,
no lo había hecho aún. El día a día ha sido muy intenso todo el año, con muchas
competiciones y concentraciones. Pero sí que suelo hacerlo, es algo que
considero que todos debemos hacer, pues te ayuda a valorar muchas cosas que dejamos
pasar desapercibidas. Además, sirve para
cuestionarte qué te ha ido bien o qué debes cambiar para mejorar.
Ahora que me he parado a pensar... ¡Se me han puesto los vellos de punta por todo lo vivido y conseguido! He crecido mucho deportivamente hablando, pero personalmente, también he cambiado. Han ido de la mano. Me he “profesionalizado” un poco más y eso se ha notado en los entrenamientos y resultados. El competir bien y tener buenos resultados me ha dado mucha confianza. Y el hecho de conseguir mi sueño, mi ikigai, ser olímpica...Con ello he logrado tranquilidad y paz no sólo en los entrenamientos, sino también en mí día a día. Ahora entreno por gusto, por disfrute y, aunque por supuesto tengo objetivos y metas por cumplir, es distinto. No entreno buscando una meta en concreto (como era ser olímpica). Ahora lo hago buscando mis propios límites. Como correr me encanta...salgo a entrenar sin ningún tipo de presión.
Ha sido
una temporada asombrosamente maravillosa.
A pesar de la montaña rusa de estas dos últimas temporadas, creo que podemos afirmar que, aunque llevas "toda la vida" en primera fila del atletismo nacional, España ha descubierto a Carolina Robles Campos recientemente. ¿Quién es Karito Caroca para aquellos que no te conocen?
La
verdad es que tienes toda la razón. Estaba, pero no estaba. Tenía buenos
resultados, pero no suficientes para estar en lo más alto a nivel absoluto. Y,
sobre todo, tenía muchos altibajos por las lesiones. Desde que me
profesionalicé un poco con Antonio Serrano, fue él quien me aconsejó en varios
aspectos para mejorar y no lesionarme tanto. He conseguido ir mejorando
progresivamente y, aunque ha habido algún pequeño susto que otro, no he tenido
lesiones que mermaran mi preparación tan drásticamente como me ocurría antes.
Si tuviera que definirme para aquellos que no me conocen, les diría que soy tremendamente cabezota, que le pongo ilusión y corazón a todo lo que hago y que creo fielmente en que las cosas hechas con pasión no sólo se disfrutan más, sino en que también se obtienen mejores resultados.
¿Cuándo y de qué manera conociste el atletismo y cómo llegaste hasta este deporte?
Yo
vivía en un pequeño barrio de Sevilla, la barriada “El Trébol”. Me mudé con 7
añitos a Montequinto, el barrio donde aún vivo, y fue ahí donde todo empezó. Me
hice muy amiga de Ana, mi mejor amiga de pequeña, que practicaba atletismo, así
que en el momento en que repartieron folletos en el colegio no dudé en
apuntarme con ella (aunque he de reconocer que antes había intentado apuntarme
al fútbol, pero no lo hice, pues no había ninguna niña en el equipo). El
entrenador era su padre y en cuanto me apunté se convirtió también en mi padre (deportivamente hablando). Manuel Rodríguez
Fernández me ha entrenado durante 21 años. A él le estoy tremendamente
agradecida porque es un apasionado del atletismo y me lo inyectó en vena.
Gracias a él me enamoré de esta maravilla de deporte.
Siempre fuiste una niña muy ilusionista. Por mucho que lo soñaras en aquellos años, ¿llegaste a convencerte de que algún día formarías parte de la historia olímpica como atleta?
Te
mentiría si te dijera que no. Siempre he sido muy cabezota, pero también, en
cierta manera, realista. Nunca me he propuesto objetivos imposibles. Es verdad
que marcarte como objetivo ser olímpica es un gran reto, pero siempre he tenido
muy claro que con lucha y trabajo todo es posible. Recuerdo que vi por primera
vez los JJOO de Sydney’00 y me maravilló tanto que sentí que era mi objetivo en
la vida. He sido olímpica no sólo por calidad (que supongo que algo tendré -
risas) sino también porque creo que mi fuerte ha sido el trabajo y la creencia
de que era mi destino.
Espectacular.
Como de película. Además, lo he vivido al 100% (el entrenamiento previo a los
JJOO, el viaje, los compañeros, la Villa, la semi y mi caída, la final, los
últimos días viviéndolo como espectadora…). Ha sido alucinante, de lo más
bonito que he vivido en mi vida. Tenía claro que tenía que vivirlo como si
nunca más lo fuera a vivir porque nunca se sabe (aunque ya pienso en París).
Quería absorber todo lo que veía. Por eso grabé todo lo que me emocionaba y lo
compartí por mis redes sociales, porque no quería que los que me habían
acompañado en lograr mi sueño se perdieran nada. Quería tener el recuerdo de
todo para, en un futuro, mirar atrás y volver a ver y recordar lo que sentí en
cada instante.
¿Qué es lo que más de gustó de la experiencia?
La
sensación de sentirte una más en la élite y ser parte del sueño de todos los
deportistas que estaban allí.
Sólo
una pega y no se podía hacer nada porque los JJOO se han celebrado en unas
circunstancias jamás vistas. Pero, si tengo que decir algo, es lo “vacío” que
estaba todo. Faltaba el apoyo del público, de tus padres y familia allí, de mi
chico… Es lo único porque luego toda la organización y la Villa estuvo genial.
París 2024 está cerca, pero hay mucha tela que cortar antes. Tu prueba es, por ahora, el 3000m obstáculos. ¿Crees que seguirán siéndolo para entonces?
¡Of
course! Tengo aún mucho que decir en esta prueba. Faltan muchos detalles por
pulir. Mi técnica de paso de obstáculos y ría aún no es eficiente y tengo que
trabajarlo y mejorarlo más. Si las lesiones me respetan creo que podría estar
entonces en el punto más dulce de mi carrera deportiva.
Soy una
enamorada del 1500m y siempre he dicho que soy una mediofondista frustada (risas).
Después de una larga lesión (2012 a 2014) tuve un gran resultado en el milqui,
pero notaba que había perdido un tiempo muy importante para la preparación de
esta prueba. Dos años es mucho tiempo y me vi un poco apurada para mejorar lo
que debía para cumplir con mi sueño de ser olímpica. Mi chico hizo la prueba
para ayudar a su club en una Liga y a mí, la verdad, es que siempre me ha
llamado mucho la atención. Me gustaba mucho como espectadora. Así que decidí probar
una vez y ver qué tal se me daba. En una Liga, en 2016, sin ningún tipo de
preparación específica y cayéndome en la última ría logré hacer 10’42” y Récord
de Andalucía. Así que decidimos que fuera un año diferente y atrevernos en el Español
con esta prueba. El resultado fue tercera de España y bajé de los 10’. Así que
no había dudas, vimos que tenía potencial ahí.
¿Qué crees que te puede hacer falta para dar un saltito más en cuanto a marcas y logros en los obstáculos?
Diría
que de todo un poco (risas). Sólo llevo entrenando dos añitos con Antonio y no
tiene nada que ver cómo entreno ahora a cómo lo hacía antes con Manolo. Mi
cuerpo ya se ha adaptado a este sistema de trabajo, por lo que ahora toca
asimilar y progresar. Aún falta seguir acumulando volumen y ritmo. Pero sobre
todo mejorar mi técnica de paso. Creo que puedo correr mucho más rápido de lo
que he hecho. Los logros vendrán con la mejora de los resultados y la
experiencia que vaya logrando en las competiciones.
¿De qué manera trabajas para lograrlo?
Lo trabajamos
todo. Antonio no deja nada al azar. Además, contamos con la ayuda de Jesús
Olivan para el trabajo de la fuerza. Es cuestión de tiempo para seguir
acumulando trabajo y que los resultados vayan a mejor. Por supuesto, la
alimentación, el acudir al fisio y el descanso son fundamentales para lograr
mis objetivos.
Bastante, la verdad… Es cierto que he
cambiado mi alimentación y creo que eso también ha dado un empujoncito. Pero
Antonio ha sido el resto… Por su planificación, por su saber escuchar y
adaptarse a mí como atleta y persona, por saber leer cómo debes entrenar y
hacer las carreras, por indicarme que debo apostar un poco más por el atletismo
y trabajar menos, por su “obligación” de acudir al fisio una vez por semana,
mejorar en el descanso y dejar de lado el asfalto para hacer todo el trabajo en
tierra, hierba y pista. Me puso mi vida “patas arriba” (risas), pero tenía razón en todo y he sabido adaptarme
bien a todo lo que pedía. Por supuesto, con la ayuda de mi chico, porque sin él
habría sido prácticamente imposible.
Tú vives en Sevilla, ¿de qué manera logras la sinergia necesaria con el "míster" para que todo salga a pedir de boca?
Con un
continuo feedback. Hablamos todos los días y le cuento exactamente cómo me he
encontrado, los tiempos, la climatología y zona donde he entrenado para que se
haga una idea lo más cercana a la exactitud para saber cómo de exigente o no ha
sido el entrenamiento para mí. Hay que ser muy transparente con tu entrenador
para que un entrenamiento a distancia sea efectivo. Y, la verdad, es que
Antonio siempre está disponible y atento en todo.
¿Hay más profesionales a tu alrededor para que tu carrera sea sólida y satisfactoria? ¿Quiénes son?
Aparte
de Antonio y Jesús Olivan como manager y preparador de nuestro trabajo de
fuerza, cuento con Ángel Yañez, mi fisio (y como yo le llamo: mi salvador).
Desde que le descubrí en una concentración con la Real Federación Española de
Atletismo en Sevilla no me he separado de él (risas).
Después está mi novio, Daniel Manzanares. Él es todo el resto: mi apoyo y mi liebre. Mi ayuda en todo momento.
Otro cambio importante en tu vida fue el de la alimentación. Ahora eres una vegana convencida. ¿Cómo era tu alimentación antes de decidir dar la vuelta a la balanza?
Bueno,
realmente soy ovo-vegetariana porque aún consumo huevo. Ya me encantaría ser
vegana, pero estaría muy comprometida mi alimentación con competiciones fuera
de casa y en el extranjero…
Antes consumía de todo, pescado y carne, pero, sobre todo, mucha carne. Tenía mi colesterol por las nubes y el hierro bajito. Mi porcentaje de grasa no estaba precisamente normal para ser una atleta de “élite”. El cambio ha venido por cuestiones éticas, no físicas. Un día me levanté y no pude comerme mi tostada con aceite y pavo. Tenía al lado a mi perra y me impactó en ese instante ser consciente de que era especifista. Consumía unos animales mientras cuidaba de otros… Me chocó y desde entonces, abril de 2019, di el cambio y todo ello me ha llevado a mejorar mi colesterol, a subir mi hierro y mejorar mi composición corporal. Me encuentro con más energía y por eso creo que el cambio de alimentación ha tenido mucho que ver en mi rendimiento.
¿Cómo es ahora? Háblanos de los principales alimentos que ingieres para que una fondista como tú pueda rendir bien en entrenamientos y competición?
Exactamente
como antes, pero cambio la carne y el pescado por carne vegetal (tofu, seitán,
soja,…). Puedes hacer cualquier plato normal con estos alimentos. La leche,
queso y yogur tampoco lo consumo, pero lo cambio por leche y yogures vegetales.
Siempre tengo mucho cuidado en mirar la composición de todos los alimentos
porque muchos productos vegetarianos o veganos vienen más edulcorados de lo
normal. Me ha llevado mi tiempo ver qué alimentos son sanos y cuáles hay que
evitar.
¿Te resulta fácil encontrar todos los productos que necesitas?
Ahora
un poco más que hace un par de años, se nota que hay mayor % de la población
que opta por esta alimentación y eso los grandes supermercados lo saben.
Incluso, cuando salgo al extranjero, encuentras alternativas veganas. Sí es verdad
que en residencias y hoteles aún hay mucho por mejorar...
Hace unas semanas había gente sorprendida de que ninguna marca deportiva te patrocinara. Muchos pensaban que una de ellas te daba las zapatillas que usas normalmente. Como deportista de alto nivel, ¿cuál es tu opinión, tu sensación al respecto?
Ojalá
hubiera sido así y esa marca al menos me hubiera ayudado en ese aspecto. Me
habría ahorrado mucho dinero. La verdad es que mi situación ha sido un poco
extraña porque no es normal ir a unos JJOO y que no tengas ningún patrocinio,
pero también entiendo que antes de acudir no era ninguna atleta especial. Aún
no había logrado nada y, de hecho, mi primera internacionalidad absoluta fue en
los JJOO de Tokyo’20. Sé que para obtener ayudas es necesario tener cierto
“caché” y resultados, y eso lo empiezo a lograr ahora con 30 años...Ya con 30
años es difícil que una marca apueste por ti. Pero ha habido una que ha
decidido dar el paso y apostar por mí y yo estoy encantada. Como he dicho
antes, se trata de New Balance. Además, ahora es cuando empieza lo bonito, los
grandes resultados y, en mi caso, aún hay mucha tela por cortar porque nunca he
sido una atleta machacada. Es ahora cuando estoy entrenando como la mayoría de
mis rivales así que creo que me quedan muchos años por delante en la alta
competición. Ahora en pista y cross, pero luego también vendrá la ruta.
En estos días estamos conociendo idas y venidas de atletas, cambios de clubes, etc. ¿Seguirás vistiendo de blaugrana en 2022?
¡Sí!
Seguiré otro añito más con el FC Barcelona. Estoy deseando conocer a los compis
de batalla para el próximo año.
Tú eres bética, atleta. ¿Pensaste en eso la primera vez que te pusiste la equipación del FC Barcelona?
(Risas)
La verdad es que sí, sobre todo por mi familia, que es muy bética. Pero el
segundo equipo de la familia siempre ha sido el Barça, así que estábamos
también encantados.
Imagina la escena. Te invitan al partido decisivo de la liga: se trata de un Real Betis Balompie contra el FC Barcelona. Imagínala y cuéntanos qué ves.
¡Todo
buen bético/a piensa que siempre va a ganar el Betis por goleada! Así que
mínimo veo un 3-1.
¿Es posible conocer algunos de tus deseos para 2022?
Me
encantaría proclamarme Campeona de España, que aún no lo he sido en categoría
absoluta. También acudir al Campeonato del Mundo y de Europa al aire libre. En
este último me gustaría estar luchando por uno de los puestos de honor… Y ya,
por pedir que no quede, bajar de 9’20” en los obstáculos. Es todo lo que voy a
buscar para el próximo año, que no es poco.
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