Felices Reyes, Feliz Año. Gracias

Hoy es un día especial. Aunque de una u otra manera cada día lo es, el día de Reyes tiene su magia, su significado, sobre todo para aquéllos que crecimos con la ilusión de vivir la fantasía, de disfrutar de ese halo de misterio que supone un día así, ya tenga más o menos fundamento histórico, real o no. Para mí siempre fueron especiales, lo siguen siendo y haré todo lo posible para que lo sean en los años venideros, pues la especialidad de todo, o de cualquier cosa, depende de cada uno de nosotros. Recuerdo cómo intentaba acostarme pronto para que la noche pasara antes, recuerdo cómo nos pasábamos de cuarto en cuarto, de cama en cama, con mis hermanas para animar a la más pequeña a que despertara a mis padres; recuerdo cómo íbamos destrangis al salón para ver si adivinábamos qué era aquél o el otro paquete y qué nombre ponía; recuerdo las plegarias a nuestros padres para que se levantaran pronto (de noche, de madrugada, por supuesto); recuerdo los saltos de alegría cuando debajo del papel se atisbaba a ver el regalo solicitado, deseado; recuerdo alguna desilusión, pero éstas también forman parte de la vida y nos ayudan a forjar nuestro carácter, nuestra actitud ante la vida y con la vida; recuerdo ir creciendo y seguir disfrutando como el primer día, aunque ya fuera adolescente, aunque ya fuera estudiante universitario, daba igual, la ilusión siempre fue el inicio y el final de todo; recuerdo cómo, al convertirme en padre, esa ilusión se multiplicaba, por dos, por tres, por cuatro. Y aquí estamos, esperando a que los angelitos despierten para que sus caras iluminen nuestro camino.

No era mi intención escribir lo anterior, pues es algo absolutamente personal, pero así es este blog, este espacio, vuestro rincón, mi rincón, en el que cada semana intentamos conocer a nuestros atletas, a vuestros atletas. Claro que sí, esa ilusión de la que hablaba es fundamental para ellos, que también viven y disfrutan de noches como ésta, de días de reyes, aunque tengan que enfrentarse al barro o al asfalto en un día como hoy. Esa ilusión no sólo alimenta días como el de hoy, sino también la larga travesía que supone llegar a ser atleta de élite, mantenerse ahí arriba y darlo todo para que nuestras ilusiones atléticas se mantengan vivas.

Por eso, y esta era mi primera intención, quisiera dar gracias, de nuevo, a todos y cada uno de ellos, a todos  Mis Atletas que habéis pasado por aquí. Y, como siempre, me gustaría pediros algo: no perdáis la ilusión, seguid luchando, seguid entregados a un deporte tan mágico y especial como el nuestro, vosotros sois la llama que necesita el atletismo para que los que os seguimos podamos seguir en la brecha, apoyándoos y animándoos para que no decaiga el ánimo, las fuerzas y, por supuesto, la ilusión, los deseos, los objetivos. 

Feliz Día de Reyes, Feliz Año 2013